Rossy de Palma nació hace 53 años en su casa de Palma de Mallorca, en el barrio de Pedro Garau, donde habían recalado sus padres en busca de una vida mejor: Pedro García, un albañil asturiano, y su mujer, Carmen Echave, nacida en Olite, Navarra, una moderna avant-la-lettre que pintaba acuarelas, escribía cuentos y publicaba en El bollo de Asturias. La comadrona llegó tarde, y el padre tuvo que ayudar en el parto: "Al sacarme, decía: '¡Esas piernas no se acaban nunca!". Rosa Elena García Echave, nombre real de Rossy, las ha cuidado como una vedette de revista, o como la modelo que en verdad pisó todas las pasarelas de los noventa, o como una bailarina, su sueño eterno. Piernas largas, una nariz accidentada y una actitud irreconocible se convirtieron en su pasaporte a la fotogenia universal. Fue justo después de la primera comunión...