Cambio de enfoque: nos miramos de abajo arriba. Será que la gente anda, móvil en mano y pinganillo en on, con los ojos hacia la pantalla y más allá, hacia el suelo. Será que mirar a la cara, si no está pixelada, se nos ha olvidado. Será también que el imán de un rostro y un cuerpo que destacan por su propio lenguaje, y pongo por ejemplo los de Jeanne Moreau y Sam Sheppard que, cuando escribo esto, acaban de dejar este mundo, ya no es suficiente para decirnos que lo natural es mirar de arriba abajo, primero a los ojos, luego al resto...