El avión aterriza en Londres con dos horas de retraso. Tras la impaciencia, la resignación de saber que hemos perdido la oportunidad de encontrarnos con ella. En el taxi recibimos un mensaje de su agente. "Calma, Margot os espera"

¿Qué puede hacer que una estrella que ocupa portadas de cabeceras internacionales pierda media tarde esperando una entrevista? "A mí me pasa siempre, sobre todo cuando vengo a esta ciudad. Y, claro, tienes citas y durante el vuelo piensas cómo aplazarlas, ¡un desastre!". Es lo primero que la actriz nos dice al entrar en la suite del hotel donde, efectivamente, nos espera. Lleva vaqueros, camiseta negra de tirantes, nada de maquillaje y va descalza, los pies encima del sofá. Acaba de cumplir 26 años . Quizá lo suyo no sea sólo profesionalidad, sino pura empatía.