Con tantas las propiedades curativas que se le atribuyen que su existencia parece obra de la imaginación. Trastornos hepáticos, renales, cardiovasculares o neurodegenerativos, incluso ciertos tipos de cáncer: no hay nada que se le resista a la Curcuma longa. A finales de los ochenta y durante la década de los noventa los supuestos beneficios sanadores del rizoma de esta planta, usada desde hace siglos por las medicinas orientales, comenzaron a adquirir una base científica...