El tejado es una parte muy importante de cualquier inmueble y, cuando una gotera aparece, lo más difícil es localizarla. Si ves que una parte del techo de una habitación está más oscura que otra, tócalo. Si está húmedo, probablemente tengas una gotera.

Intenta solucionar este problema tú mismo, sin la ayuda de un profesional. Sólo necesitarás maña y paciencia y un día que el techo esté seco para prevenir accidentes.

Lo primero que debes hacer es detectar las filtraciones. Para ello, vierte tanta agua como necesites sobre el tejado hasta que se vuelva a calar el techo.

El siguiente paso es buscar por donde se filtra el agua. Busca alguna teja rota, desplazada o desquebrajada. Para guiarte sitúate sobre la zona del techo mojado, pero ten en cuenta que en muchas ocasiones la filtración puede venir de otro sitio.

Una vez localizada, seca el techo de la habitación con un trapo seco. A continuación, ya en el tejado, tapa la grieta o agujero con pasta especial para goteras. Repártela de forma uniforme ya que si dejas algún pico éste servirá para retener el agua y a la larga puede producir nuevas humedades.

En el caso de que las grietas sean muy profundas, prepara una mezcla de cemento, agua y un agregado impermeabilizante en un recipiente. Con ayuda de una espátula extiende la mezcla por toda la grieta, incluso es recomendable que la rebase un poco para asegurar que se ha cubierto entera. Empieza por el centro hacia el exterior y asegúrate de que la superficie queda lisa. Una vez seca, pásale una lija para alisar la zona en la que has puesto masilla.

Por último, una vez reparado el techo, coloca una teja en sustitución de la rota.