Una casa antigua de pescadores en Sant Adrià de Besòs (Barcelona) de 30 metros cuadrados se ha convertido en una casa jardín de 70 metros cuadrados llena de luz. Este invernadero vertical, para el que la arquitecta Esther Rovira Raurell (ERA Architects) diseñó una piel que envuelve el antiguo edificio y una escalera escultura que conecta las tres plantas, es el hogar del artista, músico y marinero irlandés Chris Irish. Y también un ejemplo de cómo lograr una vivienda ecológica con poco dinero y mucho desenfado.

Se respetó la vieja casa original, que no estaba bien aislada climáticamente, pero se envolvió con una estructura de hierro y paneles de policarbonato, como una segunda piel. Se construyó con materiales que no necesitan secado y piezas modulares y reciclables de desmontaje rápido.

La cubierta tiene una inclinación de 45° para instalar paneles solares o fotovoltaicos en un futuro. También se colocarán jardineras con plantas trepadoras de hoja caduca sujetas por tensores a lo largo del tejado para sombrear la casa en verano.

Los paneles de policarbonato, reciclables y reaprovechables, tienen celdillas que retienen el aire caliente, para mantener el calor en invierno. La cara exterior está preparada para que trepen por ella plantas para sombrear en verano.

El estudio de arte, en la planta superior, se ha concebido como un invernadero que evoca una pradera en varias alturas.

Las piezas de la moqueta Interface, con un 50% de nailon reciclado, y también totalmente reciclables, no están pegadas al suelo. Se sujetan entre sí con una cinta adhesiva de doble cara. Se fabrican en una planta en Scherpenzeel (Países Bajos) que funciona con un 100% de energía renovable (electricidad y biogás).

En el nivel del patio interior, el estudio musical para tocar jazz rememora una vegetación de sotobosque y musgos de estilo británico

En la planta baja está el salón. Es una zona de tránsito que recrea un jardín mediterráneo. El forjado es de paneles de virutas de madera reciclada, que también es reciclable. Las vigas son de hierro.

Los grandes ventanales en ambos extremos permiten la ventilación cruzada para refrescar la casa en verano

La vivienda se amplió hacia el patio, que da al sur. La orientación norte-sur es la ideal para la ventilación cruzada

Se construyó por fases, que tuvieron en cuenta el presupuesto disponible en casa momento y las modificaciones que podrían hacerse en el futuro.