En mitad de las Rías Altas, dentro de la ría de Betanzos, se sitúa esta casa unifamiliar ubicada en Sada desde 1973. Desde ella, es fácil contagiarse del espíritu marítimo y pesquero del municipio.

En concordancia a las espectaculares vistas de las que se disfrutan desde la vivienda, la empresa de interiorismo, rehabilitaciones y reformasIcons Galicia se ha encargado de remodelar la casa para potenciar la luz natural y maximizar el espacio interior.

Por ello, esta reforma se basó en la redistribución de las habitaciones, consiguiendo una mayor amplitud en el salón, la cocina... Es decir, mediante la reunificación de las estancias de la planta baja y la eliminación de las divisiones, se logró la reconversión de la vivienda en un amplio espacio de salón-comedor con salida a la impresionante terraza.

Un juego volumétrico desde el exterior

Otro de los pilares fundamentales en el lavado de cara de esta obra, fue la construcción del garaje ´cubo´ con el fin de aprovechar mejor la terraza superior, en la que realizar los banquetes que tanto se alargan en verano o simplemente contemplar las vistas.

El acceso al garaje se realizó con portalón lacado en el mismo color que los elementos metálicos de la vivienda, logrando de este modo una perfecta integración. Se optó por los muros de hormigón visto para el cerramiento, combinándolo con vidrio laminar de seguridad de alta resistencia y con lámina intermedia de butyral translúcido que deja pasar la luz y evita las miradas indiscretas.

La sencillez de la terraza es precisamente lo que eleva su valor: la barandilla de vidrio de seguridad sin ningún tipo de perfilería, se convierte en la prolongación de unas impresionantes vistas al mar. A ella se accede a través del salón, también reformado.

Dado que se trata de una vivienda para disfrutar en la temporada de verano, no podía faltar una piscina para el uso y disfrute de toda la familia, pero en especial de los niños.

Adiós a las divisiones

Con el fin de maximizar el espacio y ayudar a que la luz marítima bañe todas las estancias, se eliminaron los compartimentos originales. De este modo, el comedor se convierte en un espacio en donde pasar la mayor parte del día y desde el que se accede a la terraza.

La eliminación de los espacios deja paso a la creación de diferentes ambientes: así lo demuestra el cómodo e íntimo espacio de lectura con vistas al mar. La creación de rincones dentro de un gran espacio se consigue mediante la decoración. Cambiando el color de las paredes, colocar los sillones en medio círculo y acompañarlos de lámparas y alfombras, son acciones que ayudan a construir el espacio sin necesidad de paredes.

También queda diferenciada la zona del comedor, cuyo suelo de madera y sus múltiples alfombras de piel invitan a los habitantes a pasearse descalzos o en calcetines por el interior de la casa. Se opta por una decoración sin demasiados objetos, de apariencia moderna pero conservando un sabor antiguo, con muebles de madera maciza.

La casa de cristal y luz de Sada no siempre tiene el deber de estar expuesta; cuando apetece resguardarse del exterior, unas delicadas cortinas beige dotan de intimidad el cuerpo de la vivienda.

Y para pasar los días fríos o en los que el tiempo no acompaña, no podía faltar una gran chimenea, antiguamente de piedra y ahora revestida con placas de cartón yeso resistentes al fuego, con líneas totalmente limpias y rectas.

En definitiva, una casa unifamiliar que ha visto elevado su potencial gracias a la reforma de su interior y al volumen geométrico y de cristal de su exterior.