Existían unos sólidos muros de piedra, testimonio de la vieja casona tradicional que había en el lugar, enclave privilegiado desde el que se divisa el monasterio de San Salvador de Poio y la boca de la Ría de Pontevedra.

En este entorno, el estudio Enrique Barreiro Arquitectos elaboró un proyecto que conjuga los vestigios de la antigua construcción con una vivienda actual vestida de aluminio y cristal totalmente sostenible y autosuficiente.

Las transparencias permiten que el espectacular jardín -diseñado por los propietarios-, las vistas y la naturaleza entren de lleno en el interior, de forma que el paisaje y el colorido acompañan todas las horas del día.

Los muros de la antigua construcción sirven de apoyo natural de la casa, que parece flotar sobre la piedra. De aquí parten las escaleras que acceden al interior del volumen,"en una linterna de vidrio que funciona en su totalidad como una estufa solar. Desde esta galería y a través de un patín metálico se establece una relación con los espacios exteriores más protegidos", explica Enrique Barreiro.

Hacia el sureste la edificación se aproxima "a su segundo apoyo sobre la pendiente natural de lo que será también un segundo acceso", refiere el arquitecto.

"De aspecto industrial, la vivienda se protege de la lluvia con una piel de aluminio, parece así no pesar sobre las construcciones pétreas, una de granito y otra de caliza blanca, que recoge las instalaciones y la lavandería en la planta baja y los baños en la primera".

Energía solar

La fachada sur se completa con un "brise soleil" de paneles fotovoltaicos y solares que acumulan energía para ser autosuficiente.

La casa dispone de dos grandes instalaciones sobre el tejado que a su vez tamizan la incidencia directa de la luz solar y generan corriente, agua caliente sanitaria y calefacción a través de suelo radiante.

En el interior todo es luminosidad, vistas y transparencias. Los dueños quisieron solo los tabiques indispensables para baños y dormitorios, con un amplio vestidor que integra todos los armarios de la casa. Las puertas son correderas, con lo que contribuyen a aumentar la amplitud de una vivienda que dialoga constantemente con el exterior y se integra en el núcleo de edificaciones existentes.

Fachada de cristal y aluminio"posada" sobre la piedra.

En la fachada sur los paneles (arriba) tamizan a la vez la luz solar

La casa se apoya sobre los muros de piedra y la pendiente del terreno

El paisaje y el colorido acompañan todas las horas del día