En Rianxo no se hablaba ayer de otra cosa. La localización en la parroquia de Asados de los restos mortales de Diana Quer, la joven madrileña desaparecida hace un año y medio en A Pobra, presuntamente asesinada por el rianxeiro José Enrique Abuín, causó enorme conmoción en la localidad. En los bares, antes y después de la misa, en los domicilios particulares y en cada rincón de las calles del municipio arousano se palpaba indignación e incredulidad ante este suceso. Pero también cierto alivio, sobre todo entre quienes creen que José Enrique Abuín pudo haber sido el responsable. "Quienes hacen esto son personas enfermas; si no encarcelaran al autor podría llenar el pozo de víctimas", explicaban los vecinos para referirse al acuífero en el que fue arrojado el cuerpo.