El aire fresco ha vuelto a Telecinco y lo ha traído otra vez la vasca-inglesa Tania Llasera. Embarazada de su segundo retoño, del que todavía no sabe si será niña o niño, Llasera, que se ha convertido sin buscarlo en referente de todas las mujeres "curvys" de España, conduce cada viernes hasta el escenario a los pequeños concursantes de "La Voz Kids", un programa que sigue arrasando edición tras edición, y en donde Rosario Flores, David Bisbal y Antonio Orozco luchan por formar el mejor equipo de voces en la versión junior del programa de talentos. Dicharachera, expansiva, guapa, cocinitas, madre, coqueta, exfumadora y embajadora del buen rollo, Tania Llasera está en escena.

-Enhorabuena por su segundo embarazo, ¿cómo lo lleva?

-Muchas gracias. Pues ahora lo llevo fenomenal, he pasado una etapa complicadilla con muchas náuseas, mareos y vómitos, pero ya se ha pasado. ¡Pobres esas mujeres que están así durante todo el embarazo! La verdad es que estoy muy ilusionada y con ganas de darle un hermanito o hermanita a Pepe.

-¿Qué opina de las críticas a Samantha Villar por hablar de la dureza de su experiencia como madre o de cómo se le echaron encima a Soraya por salir a cenar con su marido dejando a su bebé en casa?

-A las "talimadres" te refieres, me dan muchísima pereza. Es muy fácil ser perfecto desde las redes sociales, es gente gris que no está contenta con su vida; nosotras, por el hecho de ser famosas o conocidas, no somos ni mejores ni peores madres, hacemos lo mejor que podemos y sabemos por nuestros hijos. ¿Por qué no va a ir Soraya a cenar con su marido si su hija no se entera de nada y se queda perfectamente cuidada con sus abuelos?, pues me parece perfecto. Y Samantha ha tenido gemelos, una experiencia que ha vivido y que tiene todo el derecho a contarla y expresarla tal y como la ha sentido.

-¿Hay una manera única de ser madre?

-Claro que no. Además los tiempos han cambiado muchísimo, date cuenta de que en época de nuestras madres y nuestras abuelas los papeles estaban mucho más definidos y más claros, quiero decir con esto que las mujeres estaban en casa, se encargaban de los niños, de la cocina? y el hombre trabajaba fuera. Pero es que ahora en este país está de moda la conciliación familiar, que es una gran mentira porque a las mujeres se nos exige que trabajemos fuera y sigamos con nuestras carreras profesionales, que llevemos la casa, cuidemos a nuestros hijos, pongamos la lavadora y encima tenemos que ser 90-60-90? ¡Por favor!

-¿Por qué las mujeres nos damos tanta caña entre nosotras mismas?

-Pues no lo sé, es una pena. Es parte de nuestra educación, date cuenta de que es algo que pasa desde pequeñas; si te ibas del grupo o de la pandilla entonces, ¿qué pasaba? ¡Pues que te ponían verde! Yo ahora he aprendido a reaccionar de otra manera y cuando la gente me da caña yo le doy cariño, así la desarmo.

-¿No le agota tanta crítica en las redes sociales, usted que todo lo comparte?

-Pues es que yo soy así, soy expansiva, me gusta compartir mi vida e intento ser en las redes sociales como soy. A final creo que sufro como cualquier persona, pero me niego a sufrir por una manzana podrida porque la mayoría de la gente que me sigue es maravillosa y gente supersana.

-¿Qué tiene "La Voz Kids" que la gente se sigue enganchando edición tras edición?

-Pues no lo sé, me lo pregunto yo también. Supongo que es porque son niños y tienen esa alegría y esa inocencia que los adultos no tienen. A mí nunca dejan de sorprenderme.

-¿Asumen los niños mejor la derrota que los adultos?

-Muchísimo mejor, cuántas veces un niño no pasa las audiciones a ciegas y le dice a sus padres: "Venga papá, saca el balón del coche y vamos a dar unos toques". Los niños nos dan lecciones todos los días.

-¿Le gustaría que su "Pepe Bowie" fuera a "La Voz Kids" o es una barbaridad que los niños vayan a este tipo de concursos como dicen otros?

-Si canta bien con la genética paterna, yo encantada. Los que dicen que en "La Voz Kids" no se trata bien a los niños es que no han venido a nunca, yo les invito. Entiendo que hay que esperar a cierta edad para que un niño participe en programas, pero es que ellos vienen cargados de ilusión y se lo toman como un juego, y si no pasan o no ganan, pues no pasa absolutamente nada. Lo siento, pero les dan mil vueltas a los adultos.

-¿Es imposible no implicarse emocionalmente con los peques?

-Es imposible, sobre todo durante la fase de las audiciones a ciegas. Yo todas las noches acabo agotada y he terminado más de una vez con la lagrimilla. Es que encima yo soy una esponja emocional y ahora que soy madre me imagino ahí a Pepe y te afloran los sentimientos. Si es que los niños son un amor.

-Usted se convirtió sin buscarlo en una referente de las mujeres "curvys", qué chorreo por ganar unos kilos, y encima está usted más guapa y más sana. ¿Estamos locos?

-Ya te digo. Resulta que dejo de fumar, que fumaba un montón, comía fatal y estaba delgada, porque estaba todo el día por ahí bailando, estaba soltera, salía por la noche, ya sabes, esa época que pasamos todas. Pero decidí cuidarme, dejé el tabaco y engordé un montón y me volví hipotiroidea. Pero, vamos, yo me veía muy bien, y de repente todo el mundo se me echa encima. ¿Pero qué pasa? Si dejar el tabaco es lo mejor que he podido hacer en mi vida.