Gobernantes, organizaciones humanitarias y aficionados al rugby en Oceanía lloran también la temprana muerte de la leyenda neozelandesa Jonah Lomu, considerado como una de los mejores jugadores de su historia. Su esposa Nadene publicó una foto de familia en Facebook anunciando "con gran tristeza" la muerte de su esposo y pidiendo respeto por la intimidad de sus dos pequeños hijos, Brayley y Dhyreille, de 6 y 5 años.

El primer ministro neozelandés, John Key, dijo en un comunicado que Lomu "no solo fue un gran embajador del rugby y de Nueva Zelanda sino que hizo importantes aportes a la comunidad a través de sus numerosas obras de beneficencia".