Preocupado por la escasa atención que los libros de texto le prestan a la Guerra Civil, el escritor Arturo Pérez-Reverte ha decidido contar a los jóvenes las líneas esenciales de este conflicto para recordar "los graves errores que llevaron a esa gran tragedia y procurar en lo posible no repetirlos".

"Estamos borrando de la memoria de los jóvenes las lecciones de la Guerra Civil, la lección de vida, de política y de sociedad que fue aquello", afirma el escritor, que adelanta las claves de su libro "La Guerra Civil contada a los jóvenes", que Alfaguara publicará la próxima semana, ilustrado por Fernando Vicente. El libro puede leerse "de los doce años en adelante", porque "a no pocos adultos les iría muy bien conocer lo que fue la Guerra Civil", comenta Pérez-Reverte, que no entiende por qué, "cuando hay un tema complejo, como el de la Guerra Civil, en vez de explicarlo lo eliminamos de los planes de estudio". "Si a un joven no le das Historia, lo estás dejando huérfano de memoria, y sin memoria no tiene ninguna posibilidad de comprender un país tan complejo como España", asegura el autor, que ha vendido más de quince millones de ejemplares de sus novelas en todo el mundo. La idea de escribir la obra se le ocurrió cuando, "casualmente", cayó en sus manos un libro de texto para niños que decía: "Antonio Machado fue un poeta y académico. Pasado un tiempo se fue a Francia, donde murió". "Y así resolvía la tragedia de Machado, que es la tragedia de media España, o de la España entera. Aquel libro no mencionaba la Guerra Civil", dice Pérez-Reverte, que también comprobó cómo otros manuales escolares "despachan" esos años "de manera casi absolutamente irresponsable". Entonces decidió escribir un texto en el que "de una forma sencilla, equilibrada, buscando la mayor objetividad posible, sin buenos ni malos, sin clichés fáciles, sin etiquetas baratas", le explicara a un joven cómo fue la Guerra Civil.

Pero deja muy claro que su libro "no pretende sustituir" a los que hay sobre ese conflicto, sino "servir de puerta a ellos e incitar a un joven a que pregunte, lea, se documente; y a los profesores a que debatan este tipo de cuestiones".

Han pasado casi ochenta años desde que comenzara esa guerra (1936-1939) y "ya no hay testimonios directos de lo que sucedió. Son de segunda mano, y esas segundas manos pueden ser honradas o interesadas", señala.

Pérez-Reverte sí tiene "información directa" de aquella tragedia porque se la contaron sus padres y sus abuelos. Ha leído "mucho" sobre ella y, además, durante sus veintiún años de reportero, vio "muchas guerras civiles, golpes de estado y revoluciones". "He sido testigo de cómo ocurren esas cosas, y sé que eso del bueno y el malo, el bando azul o el bando rojo, el bando blanco o el negro es mentira o, mejor dicho, nunca está tan claramente definido como después intenta la gente plantearlo", asevera.