Los yacimientos arqueológicos de la Sierra de Atapuerca (Ibeas de Juarros, Burgos), declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, vuelven a vibrar como cada verano desde hace más de 30 años. El pasado 15 de junio medio centenar de paleontólogos comenzaron la campaña de excavaciones de 2011, dirigidas por los codirectores José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga y Eudald Carbonell.

Durante la primera quincena, los trabajos se han centrado en la Sima del Elefante, Galería y Gran Dolina -en la Trinchera del Ferrocarril- y en la Cueva del Mirador - que pertenece al complejo Cueva Mayor y está orientada a la Sierra de la Demanda. El 1 de julio llegaba el resto del equipo hasta alcanzar la cifra de unas 150 personas. Todos ellos especializados en más de 20 disciplinas diferentes. Hasta finales de este mes pasan largas horas en, además de los yacimientos citados, Portalón, Sima de los Huesos, Galería del Sílex y Galería de las Estatuas, todos ellos en el Sistema Cueva Mayor, además de continuar con las labores de lavado de sedimentos en las orillas del río Arlanzón.

Durante la segunda quincena de junio, los investigadores se han dedicado a reconfigurar los yacimientos porque «es necesario hacerlo cada cierto tiempo», reconoce Bermúdez de Castro. El codirector de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, augura que «a lo mejor no hay tanto resultado en cuanto al número de fósiles», sobre todo, explica, «porque en algunos niveles se están sobrepasando niveles muy fértiles, como el año pasado, y ahora se va muy deprisa pero se obtienen pocos fósiles hasta que se llega a un nivel fosilífero».

Otro de los codirectores, Juan Luis Arsuaga, vaticina que la presente campaña «no será muy productiva en cuanto a fósiles humanos». «Seguramente no encontraremos muchos porque nos toca excavar sectores del yacimiento donde hay una gran acumulación de huesos de oso por encima de los humanos», aventura.

El tercero de los responsables, Eudald Carbonell coincide con sus colegas científicos en que la campaña arqueológica de 2011 será «un año de transición» pero deja la puerta abierta al descubrimiento de algún fósil importante al asegurar: «En Atapuerca no se puede descartar nunca nada».

Hasta el momento, los yacimientos de Atapuerca permiten conocer las actividades humanas desde 1,3 millones de años a la actualidad y el objetivo es conocer quién fue la primera especie que partió de Atapuerca y pobló toda Europa. La campaña de 2011 es de nuevo toda una aventura científica para avanzar en resolver los enigmas existentes sobre el europeo más antiguo.

Carbonell subraya que las excavaciones en la Sierra burgalesa van a tomar mucha fuerza durante los próximos diez años en los que se muestra convencido de que en este proceso muchas de las incógnitas que se plantearon hace 30 años van a ser resueltas.