Las catas arqueológicas efectuadas en el Campo de la Verdad han permitido documentar asentamientos de la Edad del Bronce, «restos de alto valor», desconocidos hasta ahora en la relación de los 19 yacimientos o restos aislados de épocas antiguas de la capital registrados en el inventario existente desde mediados de los años 80. En las excavaciones, encargadas a la empresa Strato por la Junta de Castilla y León con motivo de la obra del puente nuevo sobre el río Duero, han aparecido silos y otro tipo de elementos que sirven para reconstruir la forma de vida de aquellos pobladores primitivos del municipio. Esta es la principal novedad derivada de los trabajos que están a punto de finalizar, cuyo coste se presupuestó en 39.620 euros.

Se trata de descubrimientos «de mucha importancia», en palabras del delegado de la Junta en Zamora, Alberto Castro, que «ilusionan a los técnicos de Patrimonio», ya que se pueden observar silos, vestigios de viviendas y tumbas de la época. Hasta ahora en este enclave, inventariado en febrero de 2007, se tenía constancia de elementos característicos de la etapa del romano altoimperial, tardorromana y visigoda. Precisamente ahora se han localizado fragmentos de cerámica romana (vasijas y platos).

Lo que sí se conocía es que, por las características del lugar, el Campo de la Verdad era un enclave «óptimo para el asentamiento desde antiguo», tal y como se admite en el estudio previo a las prospecciones arqueológicas, dado que es una zona «muy fértil en la margen derecha del arroyo de Valorio y ligeramente sobreelevada respecto del caudal del mismo», sin dejar de lado la proximidad del río Duero, apunta el estudio arqueológico redactado para esta actuación.

Entre los hallazgos están los restos óseos de pobladores enterrados en la necrópolis de la iglesia románica del siglo XII de Santiago el Viejo o de los Caballeros, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta como monumento el 3 de junio de 1931, donde fue armado caballero el Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar, según consta en la documentación histórica que se refiere a este templo, del que se indica que se denominó de Santa María la Blanca en los últimos años del siglo X o principios del XI. La reseña menciona la cruz bizantina de bajo relieve (protegida por el Plan General de Ordenación Urbana), esculpida en una piedra circular e incrustada en la cerca de unas viñas a unos pasos de la ermita y que algunos historiadores consideran que procede del convento de San Francisco Sabuloso o Santa Clara la Real (también conocido como de Arenales), que se ubicaría en la finca «Viña de los Monteros» (en el camino de Gijón, en el barrio de Olivares), en las proximidades de Santiago el Viejo. La tradición cuenta, por otro lado, que la cruz marca el lugar donde Bellido Dolfos hirió al rey Sancho cuando cercó Zamora para arrebatársela a su hermana Urraca.

Los trabajadores y técnicos de Strato se han empleado a fondo, con la realización de cinco excavaciones, en el lugar en el que la historia sitúa el convento femenino de clarisas o franciscanas, de San Francisco Sabuloso, tarea con la que se ha tratado de determinar la existencia de restos de la construcción concluida en 1229, extremo sobre el que no ha trascendido información.

Strato ha efectuado otras catorce catas, doce en todo el trazado del tramo de la vía de conexión entre la carretera Comarcal 527 y la N-122; y otras dos donde se encuentra la denominada glorieta 1, limítrofe con la zona protegida del casco histórico de la capital. Los trabajos previos a las excavaciones que concluyen ahora se desarrollaron en enero de 2008.