La Asociación de Amigos de la Capa (Toro-Zamora) procesionaron por las calles de Toro para celebrar su día grande. Cada año, esta asociación que promueve la tradición de la capa castellana, se reúne en uno de los muchos lugares emblemáticos que guarda el municipio Zamorano. En esta ocasión, y con motivo del cambio de directiva, al frente de la cual se encuentra Miguel Hernández, se ha querido realizar un itinerario diferente al que habitualmente se venía desarrollando.

La jornada de celebración, y promoción de la cultura local, comenzó en el Círculo de Recreo de Toro (el Casino) en torno a las diez de la mañana. Un total de 40 capistas disfrutaron con un surtido de pastas, café y licores de la tierra. Posteriormente, los miembros de la agrupación visitaron las bodegas históricas del Ayuntamiento local y la Cámara Agraria. Es habitual que Amigos de la Capa elijan un destino cultural en sus reuniones, ya que la transmisión de la cultura y la tradición local se encuentra entre una de sus principales prioridades. Tras la visita a los lugares de conservación del vino, los capistas asistieron a la eucaristía dominical celebrada en la Colegiata Santa María la Mayor de Toro. Pasado el mediodía, los miembros de la formación cermeña, acompañados dulzainero -acorde con la temática castiza de la mañana-, disfrutaron de una comida en un restaurante de la localidad toresana.

La capa castellana es una de las tradiciones con mayor arraigo en nuestra tierra, así como en el resto del país. La Asociación Española de la Capa engloba agrupaciones de todas partes de la geografía española y se reúne cada año en una ciudad diferente. En este 2018, la ubicación elegida para rendir tributo a la cultura y la historia de las capas nacionales es Salamanca. En el caso de la formación toresana de Amigos de la Capa, sus celebraicones también se ajusta a este propósito: la difusión de la historia, la cultura y la tradición de esta prenda de vestir, en particular, y de la raigambre local en general. Con este horizonte en mente, los toresanos asociados siempre eligen un destino cultural que les permita aportar su granito de arena a la difusión del patrimonio local.