Cristina Oliveros creció, como toda una generación de millennials, con las películas Disney. De aquellas que veían en VHS, las famosas cintas, que podían llegar a gastarse si se veían demasiado. Su pasión por el cine y los idiomas hizo que se decantara por la traducción audiovisual como forma de vida. Actualmente cursa un máster sobre esta materia y, también, sobre doblaje profesional. El pasado viernes acudió a la Casa de Cultura, invitada por la Asociación ProCulto, a ofrecer una charla sobre los entresijos del mundo del doblaje y la traducción cinematográfico.

-¿Q ué le impulsó a introducirse en el mundo del doblaje cinematográfico?

-Todo comenzó con las películas de Disney, cuando tan solo era una niña, me las veía una y otra vez hasta aprenderme los diálogos de memoria. Cuando llegué a la universidad tenía claro que quería ser traductora, pero al entrar en la carrera averigüé que el mundo de la traducción tenía muchas vertientes. Fue entonces cuando comencé a fijarme la traducción audiovisual y así es como llegué al mundillo del doblaje. Todavía sigo formándome, estoy cursando un máster de Traducción Audiovisual y he realizado cursos con actores y directores de doblaje como Rodrigo Martín (voz en la serie "Rick y Morty") o Camilo García (voz de Hannibal Lecter en la película "El Silencio de los Corderos").

-¿Cuál es el aspecto que más le fascina del doblaje?

-Cómo se puede crear un producto totalmente novedoso de uno ya acabado. Y esto se consigue a través de los pequeños detalles, que son la esencia del doblaje y lo que diferencia una traducción literal de una traducción lógica y con sentido.

-¿Cuáles son esos detalles?

-Por ejemplo ciertas nomenclaturas que son muy conocidas en el lugar origen de la película, pero que carecen de sentido para nosotros. De forma que debes indagar para encontrar la traducción que mejor se adapte a la obra sin restarle su sentido origina; es como un juego de detectives. Asimismo, otro de los aspectos fundamentales del doblaje es la versatilidad que requiere un actor de doblaje. Un día puedes estar interpretando una escena romántica y al siguiente debes poner voz en medio de un escenario de guerra.

-¿Cuáles so n los pasos a seguir en la traducción y doblaje de una película?

-Todo comienza con la productora, que es la que elige la película que desea doblar para comercializarla. Una vez que se ha decidido qué obra se va a doblar, inmediatamente se ponen en contacto con nosotros, los traductores, para que el texto esté listo lo antes posible. Una vez que el texto ha sido traducido entre en escena el ajustador, que es quien se encarga de poner todo a punto para que el doblador pueda comenzar con su trabajo. Mientras tanto, el director de doblaje es el que se encarga de realizar los ajustes e indicaciones oportunos para que todo siga un patrón lógico. Una vez finalizada la grabación, el doblaje pasa a los técnicos de sonido e imagen que son los encargados de retocar y finalizar el trabajo.

-¿Cómo han sido tus primeras experiencias en esta técnica?

-Por el momento muy bien. Todavía tengo que finalizar mis estudios, pero ya he participado en la traducción amateur de un documental sobre el cincuenta aniversario de la serie "El Doctor Who".

-¿Doblaje o subtítulos?

-No hay una única respuesta para zanjar el eterno debate entre el doblaje o las películas subtituladas. En mi opinión, cada opción cumple una determinada misión. Si realmente quieres disfrutar una película yo elegiría doblaje, porque en lo que tardas en leer todos los subtítulos te pierdes la mitad de la escena, ya que las letras sobreimpresionadas no dejan de ser un contaminante más en la pantalla. No obstante, si deseas aprender idiomas o conocer la naturaleza del lenguaje, lo adecuado es utilizar los subtítulos.

-¿Cuál es el aspecto q ue entraña más complicación en el trabajo de doblador?

-La sincronía, sin duda. No obstante, este aspecto no es competencia única del actor de doblaje. En esta cuestión intervienen otros profesionales como son el ajustador o el técnico de sonido, quienes tienen una importancia capital para que imagen y voces adquieran un único sentido. En lo que respecta al doblador, lo más importante es creerse el personaje y vivir la escena.

-¿Cuánto se tarda en doblar y traducir una película de 120 minutos?

-Todo queda sujeto a los tiempos que imponga el productor. En esta profesión el tiempo lo es todo; a menor tiempo, menos costes y más beneficios. En el mundo de la traducción audiovisual el producto tiene que estar para ya. Además, muchas veces las películas o series estadounidenses se estrenan de forma paralela en Europa, de forma que los profesionales de la traducción y el doblaje apenas disponen de tiempo para tener listo el trabajo. Pero, de forma habitual se podría decir que una película de esa duración se podría traducir en un periodo de uno a dos meses y se podría doblar en cuatro meses o más.

-¿Hay algún doblador que le sirva de referente?

-Pepe Mediavilla (voz de Morgan Freeman o Gandalf), quien falleció recientemente, era un verdadero referente para mí. También me fijo mucho en Michelle Jenner (Hermione en Harry Potter).

-¿Qué es lo que le encantaría doblar?

-Dibujos animados, que además es lo más difícil de doblar. Creo que eso es lo que me trajo hasta aquí y es lo que siempre he querido hacer como traductora y actriz de doblaje.

-Un sector complicado el del doblaje.

-Así es, el pasado año los dobladores fueron a la huelga para intentar mejorar sus condiciones laborales, las cuales taban muy precarizadas en nuestro país. Estamos detrás de las cámaras, pero no somos el último mono y también merecemos visibilidad y reconocimiento. En España tenemos una gran tradición en el mundo del doblaje y los mejores profesionales del mundo, pero muchas veces se olvida de que existimos.