La concejala de Obras y Urbanismo reconoció ayer que, antes del desplome de parte del palacio registrado el pasado mes de febrero, el Ayuntamiento había requerido en varias ocasiones a los propietarios que procedieran al arreglo de la medianera y a que "cerraran los huecos" del edificio. En estos requerimientos, el Ayuntamiento también advertía a la propiedad de que no podía mantener el palacio en un estado de "abandono", que ya había originado desprendimientos previos al ocurrido en febrero, aunque no tan importantes. De esta manera, como subrayó Martín, la propiedad "ya era conocedora de que estaba bastante desprotegida una parte del inmueble", sin que adoptara medidas para evitar nuevos desplomes.

El palacio de Bustamante es uno de los más emblemáticos de cuantos se conservan en la ciudad, aunque en los últimos años ha sufrido un notable deterioro desde que, por falta de recursos, fueran paralizadas las obras de rehabilitación impulsadas por el empresario Vicente Fernández Manso, que lo adquirió en el año 2007. Una parte del emblemático edificio, construido en el siglo XVI, podría haber sido embargada por una entidad bancaria.