La Alianza Upa-Coag ha advertido de las repercusiones negativas que la decisión adoptada por la Unión Europea de prohibir el uso de tres insecticidas neonicotinoides tendrá en el cultivo de la remolacha y en Castilla y León, la región más productora del país. La organización agraria recordó ayer que estos productos se utilizan para el tratamiento de la semilla de remolacha y que su efectividad está acreditada en cuanto a la protección del cultivo frente a insectos, virus, parásitos y plagas. Además, precisó que la remolacha, al ser un cultivo que se recolecta antes de su floración, no es una planta atractiva para las abejas y su incidencia sobre la actividad de pecoreo es prácticamente nula. Por otra parte, la Alianza Upa-Coag volvió a manifestar ayer su "sensibilidad" ante el problema que supone la pérdida de colonias de abejas, a la vez que reiteró su apuesta por el trabajo conjunto de agricultores, apicultores, industria fabricante de fitosanitarios y administraciones para buscar soluciones a la disminución de la población de las colmenas. Los cultivos agrícolas necesitan de los polinizadores para su desarrollo, "por lo que nos sentimos plenamente identificados y comprometidos con el mantenimiento de las abejas y con la impagable labor que realizan los apicultores", subrayaron representantes de la organización agraria.

No obstante, apuntaron que "no puede criminalizarse a los agricultores por todos los problemas que afectan a la salud de las abejas, cuando está demostrado que la pérdida de colonias se debe a la existencia de múltiples elementos".

De otro lado, la organización agraria recordó que el sector productor ha demostrado su total predisposición a colaborar en trabajos técnicos para seguir haciendo un seguimiento exhaustivo de la seguridad de los tratamientos fitosanitarios que se utilizan actualmente en la remolacha. Por último subrayó que la prohibición de las tres materias insecticidas no solo va a abocar a los remolacheros a asumir mayores costes económicos, lo que puede suponer la "puntilla" para un sector del que dependen miles de empleos, sino que puede producir el efecto contrario, al tener que realizar varios tratamientos distintos para controlar los insectos que atacan a la remolacha.