La comisión permanente de la sequía de la cuenca del Duero valoró ayer la actual situación hidrológica de la demarcación, análisis que sirvió para dar por concluida la sequía desde el punto de vista técnico y garantizar la campaña de riego, aunque hasta mayo no se revisarán las limitaciones de agua establecidas para el sistema Pisuerga-Bajo Duero, del que dependen los canales Toro-Zamora y San José. En la reunión celebrada ayer en la sede de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), la comisión constató que la situación actual de las reservas de agua en la demarcación ha mejorado considerablemente desde mediados de febrero, ya que por las numerosas borrascas los embalses han pasado del 32% de su capacidad al 85%. Así, el agua acumulada en los 18 embalses de la CHD, suma 2.448 hectómetros cúbicos, cantidad que representa 23 puntos más que el pasado año y casi siete puntos más respecto al promedio de la última década.

Este incremento permitirá, según la información facilitada ayer por la CHD, que la actual campaña de riego pueda desarrollarse con normalidad, salvo en algunos sistemas como el Pisuerga-Bajo Duero. Ante la significativa mejora de la disponibilidad de agua, la comisión permanente acordó ayer flexibilizar las medidas restrictivas sobre los derechos de los usuarios aplicadas durante la pasada campaña, aunque ha solicitado que se mantenga una especial vigilancia durante el verano en los sistemas donde aún no es posible cubrir la demanda en su totalidad.

Dotaciones

En tales circunstancias se encuentran, en la actualidad, el sistema Pisuerga-Bajo Duero y Carrión, con una dotaciones por hectárea inferiores a las habituales, aunque podrán revisarse al alza en ambas zonas durante las juntas de explotaciones previstas para primeros de mayo. Además, la CHD recordó ayer que el control del volumen utilizado para el riego se realizará a través de los contadores instalados en las tomas de riego concesionales y en las de los canales. Asimismo ha acordado que los usuarios titulares de tomas en ríos no regulados podrán utilizar el agua al que tengan derecho por concesión, siempre que los caudales circulantes sean superiores al mínimo ecológico que, para cada masa de agua superficial, establece el Plan Hidrológico del Duero.