Aunque la comisión de desembalse de la cuenca del Duero prevé que la campaña de riego transcurrirá "en condiciones de práctica normalidad", la dotación de agua por hectárea asignada a los sistemas Carrión y Pisuerga- Bajo Duero será inferior a la habitual. En concreto, el sistema Pisuerga- Bajo Duero, del que dependen los canales Toro-Zamora y San José, recibirá 3.000 metros cúbicos por hectárea, aunque esta dotación será revisada el próximo mes de mayo y, si los embalses continúan almacenando agua procedente de las lluvias o el deshielo, la asignación para el riego podría incrementarse en las próximas semanas.

En la reunión mantenida ayer por la comisión de desembalse se aprobaron los volúmenes mínimos que deben acumular los embalses de la cuenca del Duero el 30 de septiembre, fecha fijada para cerrar la campaña de riego que, en principio, está garantizada gracias a las reservas hidráulicas actuales. Y es que los 18 embalses de la demarcación acumulan en la actualidad 2.211 hectómetros cúbicos, el 76,9% de su capacidad, cuatro décimas por encima de la media de la última década por las abundantes lluvias registradas desde finales de febrero y durante el mes de marzo que han permitido que los embalses pasen del 33 a cerca del 77% de su capacidad. A pesar de que las previsiones sobre el desarrollo de la campaña de riego son optimistas, se mantendrá la asignación de dotaciones de agua por hectárea y que oscilan entre los 7.000 metros cúbicos en las zonas Águeda y Tera, los 3.000 acordados para el sistema Pisuerga-Bajo Duero y los 4.000 asignados al Carrión. Los embalses del sistema Pisuerga-Bajo Duero acumulan más agua que el pasado año y, en el caso de Requejada supera los 50 hectómetros cúbicos cuando se capacidad es de 65. La presa de Cervera, con una capacidad de 10 hectómetros cúbicos, alcanza los 6,8, mientras que la de Aguilar acumula 137 de los 247 de capacidad total.