La Guardia Civil detuvo en Valladolid a una persona y está investigando a otra como supuestos autores de los delitos de hurto de teléfonos móviles y receptación.

Las investigaciones comenzaron el pasado 12 de marzo tras recibir una llamada telefónica en el cuartel de la localidad de Nava del Rey, en la que una persona comunica que la noche del 10 de marzo le fue sustraído su teléfono móvil en un pub de Salamanca, por lo que puso la correspondiente denuncia en la comisaría de Policía Nacional de Ávila.

Tras las gestiones oportunas, los agentes comprueban que el móvil denunciado se encuentra en una vivienda de la localidad de La Seca. Una vez allí, comprueban que el teléfono está en posesión del inquilino, así como otros seis aparatos más, mientras el sospechoso asegura que los había comprado a un hombre en la localidad de Toro (Zamora).

Los siete aparatos fueron aprehendidos ante las sospechas de que pudieran proceder de un robo, mientras que el varón fue imputando por un delito de receptación en calidad de investigado. Cinco días después, la Guardia Civil localiza al presunto vendedor en Toro y comprueba que los teléfonos habían sido vendidos por él y que los mismos provenían de diversos delitos de hurto.

Según se informa desde el Instituto Armado, la titularidad de los teléfonos se conoció a través de los números IMEI de los teléfonos, a la vez que se comprobó que sobre los mismos pesaba denuncias de robo presentadas en localidades de Ávila, Salamanca y Madrid.

Desde de la Guardia Civil se aconseja disponer del IMEI de los terminales y aportarlos en caso de tener que denunciar su sustracción, ya que el mismo facilita la labor de posible identificación y localización del titular.

En la operación, además de recuperar siete móviles, se han esclarecido hasta el momento cinco delitos de hurto de los terminales, estando los otros dos pendientes de localización de los titulares.