Agricultores de Morales de Toro, a través de la Alianza Upa-Coag, han denunciado públicamente los "cuantiosos daños" que los conejos están provocando en parcelas sembradas de cereal y han reclamado a la Subdelegación del Gobierno que realice las "gestiones necesarias" para que, desde el Ministerio de Fomento, se activen medidas para controlar la población de conejos en el entorno de la autovía y que los cultivadores afectados sean indemnizados.

Pablo Domínguez, representante de la organización agraria en Morales de Toro, destacó que los terrenos de cultivo situados en el entorno de la autovía están "minados" de conejos que se alimentan del cereal sembrado y que, por las bajas temperaturas registradas en las últimas semanas, "ha crecido poco".

No obstante, Domínguez matizó que el problema, que calificó de "alarmante", afecta sobre todo a las parcelas sembradas de cereal que colindan con la autovía y con la carretera nacional, ya que los animales se refugian en los terraplenes y en zonas en las que la vegetación es muy densa y que fueron plantadas junto a ambas infraestructuras. Las citadas parcelas, como puntualizó, Domínguez, han sido "arrasadas" por los conejos, aunque también advirtió de que, si no se aplican medidas con carácter urgente, el problema afectará a otros cultivos como el viñedo cuando comience la brotación.

Ante esta situación, la organización agraria ha exigido a la Subdelegación del Gobierno, con la que se ha reunido en varias ocasiones para abordar este problema, que interceda ante el Ministerio de Fomento para que active las medidas que sean necesarias, ya que en las zonas ocupadas por los conejos, por su proximidad a la autovía o a la carretera, no está permitida su captura.

Por último, Domínguez remarcó que si la Subdelegación del Gobierno, que desde hace años conoce el problema, y el Ministerio de Fomento no aportan soluciones eficaces a corto plazo, los agricultores de Morales de Toro afectados por esta situación mantendrán una reunión en la que decidirán qué medidas se pueden adoptar para frenar los daños ocasionados por los conejos en parcelas de cereal y que, en un futuro próximo, pueden extenderse a los viñedos.