El Ayuntamiento de Toro ha incoado un expediente por el derrumbe de parte de la estructura del palacio de Bustamante, con el objetivo de instar a sus propietarios a que adopten medidas urgentes para consolidar el edificio y evitar nuevos desprendimientos, aunque también ha trasladado un informe técnico a la Comisión Territorial de Patrimonio por el valor histórico de estancias como la habitación que ocupó Santa Teresa de Jesús. El alcalde toresano, Tomás del Bien, confirmó que el desplome de una parte de histórico palacio, que colinda con el pabellón municipal de deportes, se produjo hace unos días de madrugada.

Un fuerte estruendo despertó a los vecinos que residen en el entorno del palacio de Bustamante hasta el que, poco después, se trasladaron efectivos de la Policía Local y el arquitecto municipal para tomar fotografías y redactar un informe técnico sobre las causas que originaron el desplome y que ha motivado la incoación de un expediente que, según el alcalde, el Ayuntamiento de Toro "ha activado con la mayor rapidez", sobre todo porque el edificio "es medianero" con otro municipal, en alusión al pabellón de deportes que, cada día, acoge numerosas actividades en las que participan niños y adultos. Del mismo modo, Del Bien precisó que el Ayuntamiento no permitirá que el palacio de Bustamante proyecte una imagen de ruina "en pleno casco histórico", por lo que instará a sus propietarios a que adopten medidas con carácter urgente.

En este punto, el alcalde subrayó que el Ayuntamiento ha tratado en los últimos días de dirimir a quién corresponde la propiedad del inmueble ya que, al parecer, una parte podría haber sido embargada por una entidad bancaria y el resto seguiría perteneciendo a un industrial toresano. Además, puntualizó que el desprendimiento ha afectado a una parte del inmueble que fue rehabilitada hace unos años, mientras que los restos más antiguos del palacio no han sufrido daños. El palacio de Bustamante es uno de los más emblemáticos de cuantos se conservan en Toro aunque en los últimos años ha sufrido un notable deterioro desde que fueran paralizadas las obras de rehabilitación impulsadas por el empresario toresano Vicente Fernández Manso que lo adquirió en el año 2007, con el objetivo de convertir el edificio en su vivienda particular aunque posteriormente el proyecto fue modificado y adaptado para que tuviera un uso hotelero.

La escasez de recursos por la elevada inversión que precisaba la ejecución del proyecto, obligó al empresario toresano a paralizar las obras de reforma después de haber ejecutado actuaciones en las cubiertas o en las fachadas y, desde hace años, el palacio adolece de diversos problemas motivados por su abandono y que, hace unos días, provocaron el desplome de parte de la construcción. La fundación del Palacio de Bustamante se vincula a Pedro I el Cruel y su origen se remonta a la primera mitad del siglo XV, ya que se tiene constancia de que Inés Gómez, vecina de la localidad de Villalpando, vendió en el año 1460 este edificio, ubicado en la calle La Reina, a Don García Alonso de Ulloa.

Doña Guiomar de Ulloa, amiga de Santa Teresa de Jesús, heredó el mayorazgo fundado en el año 1513 por García Alonso de Ulloa. Por la ausencia de herederos, el palacio, junto a otros bienes, pasó a depender del monasterio del Sancti Spíritus, que en 1672 lo vendió a Félix de Ribera Velázquez, quien ordenó adecuar un oratorio en la dependencia que habitó Santa Teresa de Jesús. En el año 1690 el edificio fue enajenado por Diego de Bustamante. El palacio también perteneció al barón de Covadonga, cuyos familiares alcanzaron un acuerdo de venta con Fernández Manso. Tras el desplome de parte de su estructura, el Ayuntamiento tratará ahora de que se adopten medidas para preservar el histórico palacio.