Un año más el Teatro Latorre abre sus puertas para recibir el desfile de los quintos y quintas. Lo que comenzó siendo una actividad meramente recaudadora, se ha convertido en una tradición más dentro de esta festividad ya costumbrista por sí misma. Este año, los 65 muchachos -que alcanzan la mayoría de edad en el presente curso- recaudaron cerca de 900 euros que invertirán en la preparación de todos los festejos que componen la celebración de la quinta.

Los jóvenes nacidos en el año 2000 se sirvieron, una vez más, de los comercios textiles del municipio para realizar su particular pase de moda. Este año, el desarrollo del espectáculo estuvo dividido por los diferentes estilos de ropa que cada uno de los establecimientos de la ciudad cedió a los chavales. Entre tienda y tienda, Josué -el maestro de ceremonias- amenizó las esperas con bromas y juegos en los que participaron activamente los padres de los que este año hacen petate y se "van" a la mili. Laura Bravo, presidenta de la junta directiva de los quintos 2018, valoró el desfile como un auténtico "éxito" y aprovechó las declaraciones a este diario para agradecer la colaboración de todos los establecimientos participantes y la ayuda prestada desde el Ayuntamiento.

Todo el dinero recaudado durante el desfile de moda será reinvertido, tal y como informa la presidenta de los quintos, en las actividades que tendrán lugar durante los días 27 de enero y 3 de febrero. En la primera fecha los jóvenes saldrán a las calles para pegar los famosos pasquines que identifican la añada de la quinta; en cambio, será el primer sábado de febrero cuando los mozos y mozas disfrutarán de su fiesta grande. Durante este día, como manda la tradición, la jornada comenzará con una eucaristía en Santa María de Arbas, continuará con las coplas por las casas, y el Ayuntamiento, de la ciudad y finalizará con una cena y fiesta para todos los quintos y sus familiares.