En Castilla y León las noticias sobre despoblación son una constante. No en vano nuestra comunidad es la región que está sufriendo la pérdida de habitantes de una forma más abrupta. Habitualmente las capitales de provincia y los grandes municipios que las componen acaparan todos los titulares, no obstante los pequeños pueblos y villas que conforman la autonomía castellana llevan sufriendo esta sangría desde hace muchos más años que las principales urbes. Ayer, conocíamos que Toro ha perdido un 10% de su población total en apenas 9 años desde el inicio de la crisis económica; hoy, la radiografía demográfica se centra en las villas rurales y su inexorable pérdida poblacional con el paso de cada estación.

Al cierre de este 2017, la cifra más relevante en cuanto al censo de residentes se refiere afecta al segundo municipio más grande del alfoz: Morales de Toro. La localidad zamorana se encuentra por debajo de los 1.000 habitantes por segunda vez desde que existen estadísticas de residentes. Morales cierra el último curso con 987 habitantes, 21 menos que en 2016.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) tiene registrada la población de cada municipio de España desde el año 1900 hasta la actualidad. De acuerdo con esas cifras, Morales de Toro únicamente se ha encontrado por debajo de los 1.000 vecinos en dos ocasiones: en el año 2015 (996) y en 2017 (987). Nunca antes, ni durante la posguerra española, ni durante el éxodo rural que vivió el país entre las décadas de los 50 y los 80, el pueblo zamorano había caído por debajo del millar de residentes.

Hoy, las calles de la villa de morales se encuentran más vacías que nunca. El padrón municipal nunca registró menos hombres (517) y mujeres (470) como los calculados durante este último curso. Lejos quedan los años 40, cuando el pueblo superó los 2.100 habitantes. Desde la década de los 60 los moralinos cargaron sus pertenencias y comenzaron a abandonar el municipio. La cifra se mantuvo más o menos estable en los 1.100-1.200 habitantes entre 1980 y 2011. Pero en los últimos 6 años el censo de residentes de Morales de Toro ha decrecido abruptamente hasta bajar del millar de habitantes en 2015 y 2017. En poco menos de un lustro la localidad zamorana ha perdido a un 11% de su población; pasando de 1.112 habitantes en 2011 a 987 en la actualidad (125 residentes menos).

Por lugar de nacimiento, según los últimos datos registrados, un 53,37% de los vecinos que viven en Morales de Toro han nacido en dicho municipio; el 39,19% en cambio han emigrado desde diferentes lugares de España y el 7,44% han llegado desde otros países.

El resto de la comarca también está sufriendo una continua pérdida de habitantes. Durante este 2017, Abezames ha pasado de 65 a 63 habitantes; Pinilla de Toro decrece en 11 personas su padrón municipal y se quedan en 236 residentes; Pozoantiguo con 18 habitantes menos es uno de los pueblos más afectados, actualmente cuenta con 224 vecinos; Valdefinjas pasa de 54 a 51; Villalonso se queda con 81, tras perder 15 vecinos en el último año; Villardondiego únicamente pierde 2 y se mantiene en 95. El municipio de Villavendimio deja la única noticia positiva al crecer en dos habitantes durante 2017 y alcanzar la exigua cantidad de 172 vecinos.