Es Navidad. Época de reencuentro, fraternidad, celebración y vida familiar. También, como ya es habitual durante estas festividades invernales, época de despilfarro y gasto en comida, regalos, bebida o adornos. No obstante, no todos los españoles, ni tampoco todos los toresanos, tienen la oportunidad de disfrutar de los festines pantagruélicos que copan nuestras mesas durante estas fechas. Al menos 700 residentes de la ciudad de Toro no disponen de los recursos suficientes para disfrutar de las Navidades que ellos desearan. Los actos solidarios de estos días apaciguan nuestras conciencias y "mitigan" el problema de la pobreza, mas el municipio zamorano cuenta con más de medio millar de residentes que se encuentran en una clara situación de pobreza, de acuerdo con los datos ofrecidos por Cruz Roja Zamora y Cáritas Interparroquial de Toro.

Las cifras que se muestran a continuación corresponden a las acciones llevadas a cabo por las organizaciones solidarias en la ciudad de Toro, desde donde atienden y cubren algunas de las necesidades de las familias pobres de la ciudad, el alfoz y la localidad de Fuentesaúco; lo que supone un radio de acción que abarca una población cercana a los 15.000 habitantes.

Cáritas realizó durante este año 2017 un total de 4.225 intervenciones, que a fecha de hoy se traduce en más de 650 personas atendidas por la institución religiosa. Afortunadamente, la cifra se ha reducido en algo más de 100 personas respecto al año 2016, cuando la sede toresana atendió a más de 800 personas y realizó un total de 4.782 intervenciones. En lo que respecta a los programas sociales llevados a cabo por Cruz Roja, el número de familias intervenidas, 200, se mantiene respecto al pasado año; aunque el reparto de alimentos se ha incrementado en un 30% respecto al año 2016, pasando de 146 familias beneficiarias a un total de 191 durante el presente ejercicio.

Tanto la conferencia caritativa de la iglesia católica, como la sede de Cruz Roja en Toro exigen una serie de férreos parámetros para acceder a sus ayudas. Para contrastar que las familias que solicitan ayudas se encuentran en una situación de exclusión, las organizaciones solidarias verifican dichos parámetros a través del requerimiento de la documentación pertinente: facturas, cuentas corrientes, nóminas, documento de identificación, hipotecas con las entidades bancarias?

En el caso de Cruz Roja Zamora, las unidades familiares de 1 y 2 personas con ingresos inferiores a los 500 euros y las unidades familiares de 3 o más miembros con ingresos de 750 euros cumplen los requisitos necesarios para acceder a las ayudas sociales. Siempre y cuando sean residentes en Castilla Y León y no sean inmigrantes sin papeles. Por otro lado, en Cáritas, tienen unas condiciones más flexibles que dependen del estudio individualizado de cada caso. Ambas organizaciones, aunque disponen una política algo diferente a la hora de conceder ayudas, sí realizan un control bastante similar para que el uso que se hace de las ayudas sea el adecuado. Asimismo, las dos instituciones trabajan en red junto a los CEAS públicos cruzando datos de los individuos para realizar una labor más efectiva.

La sede toresana trabaja con más de 200 familias habitualmente desde hace más de cuatro años en distintos planes de acción: apoyo para la prevención de la exclusión escolar con entrega de material escolar; prevención para la exclusión residencial con ayudas económicas para el pago del alquiler; atención urgente para necesidades básicas (higiene, medicamentos, ópticas?); entrega de alimentos para las personas más desfavorecidas; cobertura de las necesidades básicas como el pago del suministro de agua, luz o gas; donación de ropa, productos de higiene, productos infantiles como cochecitos de bebé, cunas, sillas de seguridad... Por último, también se implementa la entrega de vales para la compra, de forma que los receptores de ayudas no solo acudan a la sede a recoger, sino que recuperen la normalidad de una vida cotidiana, dentro de las posibilidades que la lacra de la pobreza les permite, acudiendo a realizar la compra a un supermercado.

Desde Cruz Roja Zamora señalan el alto precio de los alquileres como uno de los grandes problemas de las familias perceptoras de ayudas. Muchas de estas personas no pueden afrontar el gasto de un alquiler medio y se ven obligadas a vivir en casa de familiares y amigos. En esta línea, los hijos de estas personas en riesgo de exclusión que no viven en la capital del alfoz no acuden a los programas infantiles que oferta Cruz Roja por falta de medios para afrontar las movilizaciones semanales.

Cruz Roja obtiene la financiación para estas ayudas por diferentes vías: a través de las subvenciones públicas regionales, el impuesto sobre la renta de las personas físicas, el programa operativo del fondo de ayuda europea para las personas más desfavorecidas (FEAD), las ayudas empresariales y las donaciones particulares.

En lo que respecta a Cáritas, la organización atendió a más de 650 personas en este año 2017, con un total 4225 intervenciones en Toro, el alfoz y el municipio de Fuentesaúco. En el caso de la fundación religiosa, el número de personas pobres que requieren de ayudas para afrontar las necesidades más básicas ha disminuido en el último año. Mientras que en el año 2016 la sede local atendió a más de 800 personas, este año la cifra ha decrecido hasta las 660.

La organización católica, a diferencia de Cruz Roja, trabaja de una forma más personalista. Es decir, poseen una mayor flexibilidad en los parámetros exigibles a las personas que solicitan ayuda. Las acciones llevadas a cabo por Cáritas Diocesana de Toro se pueden resumir en: acogida y entrevista personal, información de los recursos de la localidad, cubrir las necesidades básicas, detectar los problemas reales de los demandantes y coordinación con otros recursos tanto internos como externos (CEAS, Cruz Roja, centros de salud y colegios).

La fundación religiosa obtiene su financiación a través de tres vías principalmente: las ayudas estatales, las colectas de primero de mes en las parroquias locales y las donaciones de particulares y empresas.

Gracias a los datos aportados por las sedes de Cruz Roja y Cáritas en Toro podemos conocer cuáles son las características comunes entre las personas receptoras de ayudas sociales y qué circunstancias han llevado a estas personas a requerir la ayuda de las organizaciones solidarias para poder afrontar el día a día.

La gran mayoría de las familias pobres, o en situación de exclusión social, están encabezadas por padres y madres entre los 39 y los 55 años de edad, según informan desde la Coordinación Provincial de Cruz Roja. Las madres solteras son uno de los colectivos más vulnerables al riesgo de pobreza, ya que su situación les dificulta la conciliación familiar y laboral. Aunque menos común, otro de los perfiles que aparecen en las estadísticas de estas organizaciones son las personas de la tercera edad que se quedaron en situación de desempleo pasados los 50 años y no consiguen encontrar un trabajo debido a su avanzada edad. Durante los últimos años, los ancianos cada vez están más presentes en las estadísticas de personas en situación de pobreza.

En cuanto a la nacionalidad, los españoles son amplía mayoría en las estadísticas sobre ayudas sociales que se manejan en Toro. Del total de familias atendidas por Cruz Roja en este 2017, un 77% eran de nacionalidad española; siendo el resto de procedencia rumana, portuguesa y marroquí de mayor a menor porcentaje respectivamente. En el caso de Cáritas, 512 de las 660 personas atendidas son de nacionalidad europea.

El desempleo es, sin duda alguna, la principal causa de la situación de pobreza en la que viven al menos 700 personas en la comarca toresana. Según datos ofrecidos por Cáritas, un 90% de las personas que acuden a sus instalaciones en busca de ayuda lo hacen por problemas relacionados con el ámbito laboral, ya sea la ausencia de trabajo o un sueldo insuficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia.

Gran parte de las personas que actualmente se encuentran en situación de exclusión no son familias tradicionalmente pobres, sino que pertenecían a la llamada "clase media" y a raíz de la crisis económica perdieron sus trabajos, no pudiendo hacer frente a las deudas contraídas anteriormente.

Este último año, tanto Cruz Roja, como Cáritas Diocesana de Toro, han visto crecer a una nueva tipología de usuario como es el caso de aumento de menores de 35 años, desempleados y sin formación. De la misma manera, tener un trabajo tampoco es sinónimo de autosuficiencia en estos tiempos, ya que desde estas organizaciones afirman que han aumentado el número de solicitantes de ayudas por precariedad laboral. Poder afrontar con solvencia el recibo de la luz es otro de los problemas que se ha agudizado durante este 2017. Por último, Cáritas destaca que este año han experimentado un "leve descenso" en el número de usuarios atendidos, pero que han aumentado las demandas de las personas que perciben ayudas.