Tras la gran acogida de las rutas por bodegas históricas celebradas recientemente en Toro para conmemorar el Día Europeo del Enoturismo, el Ayuntamiento ha decidido mantener esta iniciativa con el objetivo de que más turistas puedan descubrir este patrimonio que jalona el subsuelo de la ciudad. El alcalde, Tomás del Bien, confirmó ayer que las rutas programadas la pasada semana "fueron un éxito rotundo" y que se completaron las seis visitas guiadas a cuatro bodegas históricas, lo que ha animado al Ayuntamiento a "prolongar en el tiempo" esta iniciativa, con la que pretende "poner en valor la cultura tradicional del vino y la vid en la ciudad y poder enseñar este patrimonio al turismo". En principio, la ruta que el Ayuntamiento tiene previsto ofertar a los visitantes comprenderá tres bodegas de "propiedad pública", (las que se conservan bajo los edificios del Ayuntamiento, el palacio de los Condes de Requena y la antigua Cámara Agraria), aunque también serán incluidas bodegas de propietarios particulares que quieran participar en esta iniciativa y sumarse al proyecto.

Destacó Del Bien que esta ruta será presentada oficialmente en la próxima edición de la feria de turismo Intur que se celebrará en Valladolid del 23 al 26 de noviembre y, a partir de esta presentación, será incluida "como una de las ofertas fijas del calendario turístico de Toro". No obstante, Del Bien avanzó que esta ruta se celebrará durante los fines de semana y será ofertada una visita el sábado y otra el domingo, que será guiada por técnicos de la Oficina Municipal de Turismo.

Por otra parte, el alcalde remarcó que esta ruta por bodegas históricas es una de las acciones que el Ayuntamiento pretende impulsar y vinculadas directamente con el enoturismo, con el objetivo de mostrar a todos los interesados este valioso patrimonio.

Del mismo modo precisó que, para poner en marcha estas iniciativas, el Ayuntamiento trabaja con la Ruta del Vino de Toro y, entre otras acciones, ambas entidades estudian la posibilidad de recuperar "usos antiguos" como la tradición de colocar banderas que servirán para identificar qué vino se vendía en cada uno de los lugares en los que eran instaladas. La propuesta que estudian el Ayuntamiento y la Ruta del Vino se basa en que todos los establecimientos que, en la actualidad, se dedican a la venta de vino, coloquen banderas en sus locales como "un símbolo de identificación" vinculado a una antigua tradición ya desaparecida para que los turistas conozcan en qué lugar puedan adquirir vinos elaborados en Toro.