Con semblante serio y apenado, los toresanos cumplieron ayer con la tradición y, en la festividad de Todos los Santos, visitaron los cementerios de Toro y de Tagarabuena para reencontrarse con sus seres queridos y depositar ramos y centros de flores en sus sepulturas. Aunque en los últimos días los recintos funerarios han recibido más visitas que en otras jornadas, numerosos toresanos optaron por posponer esta cita obligada con la tradición hasta el Día de Todos los Santos e incluso muchos regresaron a su ciudad natal para adecentar las sepulturas de aquellos a los que añoran aunque sigan muy presentes en su memoria y evocar su recuerdo con vistosos ramos y centros de flores. La ampliación del horario de los recintos funerarios permitió que las visitas se realizaran de forma escalonada y que todos aquellos que quisieron pudieran acercarse hasta las sepulturas de sus familiares y amigos.

El Ayuntamiento de Toro se sumó un año más a la celebración del Día de Todos los Santos con las coronas de flores que adornaron las puertas principales de los cementerios de la ciudad y del barrio de Tagarabuena y que simbolizan el recuerdo y un sencillo homenaje a los toresanos ya fallecidos. Agentes de la Policía Local se encargaron de supervisar y regular el tráfico en los accesos al recinto funerario de Toro con el fin de evitar posibles incidentes ante la masiva afluencia de visitantes. No obstante, muchos vecinos optaron por acercarse caminando hasta los recintos funerarios aprovechando las agradables temperaturas registradas ayer, paseo que sirvió también para evocar emotivos recuerdos y vivencias que siguen muy presentes en su memoria, a pesar de que corresponden a tiempos pasados en los que sus seres queridos formaban parte de su vida cotidiana. Como es tradición, los hermanos de la cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla se apostaron a la entrada del cementerio municipal de Toro para recoger donativos de los visitantes que también pudieron adquirir calendarios y otros artículos y el dinero obtenido con las ventas se destinará a sufragar los gastos de la hermandad.

Precisamente, el próximo domingo la cofradía toresana celebrará la tradicional Fiesta del Cementerio o de Difuntos en la que podrán participar los hermanos y todos los devotos. A las 10.00 horas partirá la procesión de la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina y concluirá en el cementerio donde se celebrará una eucaristía para, a continuación, iniciar el regreso al punto de partida. Durante esta fiesta, muy arraigada en la ciudad, los hermanos se desplazarán hasta el camposanto, acompañados de representantes de la Junta Pro Semana Santa, autoridades y ciudadanos. Los diputados abrirán paso con la cruz y los ciriales, a los que seguirán el guión de la cofradía que portarán los escribanos en ejercicio. De la comitiva formarán parte el resto de hermanos y ciudadanos que completarán el recorrido hasta el cementerio, con el campanil como único objeto que romperá el silencio y que marcará tanto el inicio como el fin de los responsos a rezar. El cortejo será cerrado por los abades en ejercicio, el capellán, el presidente de la cofradía, las autoridades y la Junta Pro Semana Santa.

Ante la próxima celebración de esta fiesta, la cofradía ha procedido a cambiar la liturgia de la capilla de Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad, para adecuarla a la tradición de recordar a los difuntos que la hermandad revivirá el domingo.