La importancia de las fiestas de los pueblos en provincias donde la despoblación afecta con tanta crudeza como es Zamora es incalculable. Villas que apenas llegan a las 200 personas ven cómo durante el periodo festivo el pueblo retoma color y las casas comienzan a levantar las persianas, pues los emigrantes forzados regresan a su tierra para disfrutar de unos merecidos días de asueto. El bar nunca está tan lleno y en la plaza nunca corren tantos niños como lo hacen en las celebraciones patronales de los municipios zamoranos. El verano suele ser la época señalada, no en vano es época de vacaciones y días libres. Peleagonzalo no disfruta de las fiestas de San Miguel en verano, sino en el recién estrenado otoño, pero la madrugada del sábado al domingo disfrutó de un pueblo como siempre da gusto verlo: repleto de habitantes, jóvenes y mayores reunidos en las calles que vieron crecer a sus antepasados.

Pelagonzalo apostó fuerte por el cartel de festejos de este año, no en vano durante la noche del sábado presentó dos espectáculos de gran enjundia: la primera edición de "Novillo del Cajón" y es conocido espectáculo musical "Renovation Experience", de Ricky Galende. Estos dos eventos renovaron al pueblo de Peleagonzalo, mostrando una Plaza Mayor abarrotada, presta y dispuesta para recortar al Toro y bailar con la música de Galende.

El espectáculo taurino se circunscribió al recorrido urbano previamente instalado por los operarios municipales. El utrero, con sus arrancadas y embestidas, hizo las delicias de los valientes recortadores, que aprovecharon la noche otoñal para lucir sus mejores cortes delante de las astas del animal. A pesar de no ser todavía toro, y si bien no era muy alto, el animal presentaba un peso considerable para su edad, lo que siempre se muestra como acicate para el espectáculo. El espectáculo de música y luces de la "Renovation Experience" fue el colofón para el día grande de Peleagonzalo.

Ayer, la mañana comenzó con la tradicional ceremonia católica en honor a San Miguel, patrono de los festejos populares. Tras la ceremonia religiosa, y el oportuno vermú dominguero, el pueblo disfruto de una cacerolada de carne en el polideportivo municipal. La localidad dijo adiós a las fiestas patronales de 2017 con otro evento taurino: una suelta y novillo de vaquillas que dio mucho juego a los más valientes del lugar.