El jesuita toresano y Director del Secretariado de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, José Luis Pinilla Martín, ha participado recientemente en una audiencia con el papa Francisco, encuentro organizado en el marco de un foro sobre migraciones promovido por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa y al que han asistido obispos y directores de la pastoral para los migrantes. En esta audiencia, como explicó Pinilla, el Papa Francisco advirtió sobre el peligro de la xenofobia y no ocultó su preocupación por los signos de intolerancia y discriminación. El jesuita toresano, que participó en esta reunión junto a Juan Antonio Menéndez en representación de España, también destacó que el Papa mostró su preocupación porque "nuestras comunidades católicas en Europa no están exentas de estas reacciones de defensa y rechazo". En el saludo personal a Pinilla, el Pontífice demostró "el gran conocimiento que tiene de la labor que la Iglesia en España hace con los migrantes" y el jesuita toresano le informó sobre este trabajo, que "incluye la denuncia profética y otras acciones en defensa de la dignidad de los migrantes".

Del mismo modo, Pinilla informó al Papa Francisco sobre la pastoral integral con las migraciones y las acciones que impulsa, tales como la de acercamiento a la situación en la frontera del sur de España y norte de Marruecos, la dificultad y trabas que se preciso superar para la reubicación de refugiados y migrantes o sobre el trabajo que realizan entidades como Cáritas, Justicia y Paz o las congregaciones religiosas, entre las que se encuentran el Servicio Jesuita a Migrantes y la propia Comisión Episcopal de Migraciones.

Al margen de esta audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano, los obispos y directores europeos invitados al foro han analizado durante tres días la situación actual de los migrantes. Así, tras la presentación del informe sobre la labor de las Conferencias Episcopales Católicas en el campo de la pastoral de los migrantes, que fue expuesto por el profesor Gian Carlos Blangiardo, los directores nacionales discutieron sobre los desafíos actuales de cada país, sobre la acogida e integración de los migrantes y la contribución de los responsables de Migraciones europeos a las prioridades y proyectos sobre los que trabaja el Dicasterio.

En el marco de este foro, Pinilla centró sus intervenciones en el "aspecto transversal de las migraciones y en la respuesta común como Iglesia cuando se atenta a la dignidad y a los derechos fundamentales de los migrantes en los centros de internamiento o en las fronteras con las devoluciones sumarias". Asimismo, expuso que, desde que ejerce el cargo de director del Secretariado de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, se han creado dos nuevas secciones para la atención a las mujeres víctimas de trata y para atender a la infancia y juventud en riesgo, dos colectivos que proceden, en muchos casos, de la migración irregular.

Del mismo modo, trasladó a los participantes en este foro su preocupación por el tratamiento que reciben los menores migrantes y explicó las acciones de sensibilización que impulsa la Iglesia tales como conferencias, libros o exposiciones como la que Pinilla presentó hace un año en Toro, "Somos Migrantes", al margen de una charla sobre la Iglesia servidora de los pobres y las migraciones, iniciativas que también acercó a Benavente o a la capital zamorana. En su intervención, el jesuita toresano también narró las visitas que, junto con los equipos que coordina, ha realizado a Marruecos, a los campos sicilianos de refugiados o a las 60 capellanías para emigrantes de habla española disgregadas por Europa, aunque también expuso las gestiones realizadas con la Administración para el "reasentamiento de refugiados".

Este foro europeo concluyó con una visita al Centro de San Saba, dirigido por el Centro Astalli (Servicio Jesuita para los Refugiados en Italia) que acoge a solicitantes de asilo y titulares de protección internacional. Al margen de las conclusiones extraídas de este foro europeo, en el que Pinilla ha desempeñado un papel destacado, el jesuita toresano resaltó el encuentro con el Papa a quien trasladó "el impacto que su figura provoca en España y el mundo" y le pidió que rezara por los participantes en este encuentro y sus familias.