La Ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, comprometió ayer el apoyo del Gobierno al sector remolachero español, ante el nuevo escenario comunitario de liberalización de las cuotas de producción de azúcar, y alentó a cultivadores e industria a mantener la competitividad para seguir generando empleo y riqueza. García Tejerina inauguró ayer la nueva planta de especialidades líquidas de la Azucarera de Toro que, a su juicio, aportará "innovación" y que simboliza una clara apuesta por mantener la necesaria competitividad en la conquista de nuevos mercados. En este acto, la ministra reconoció que el sector azucarero ha sabido afrontar "con madurez" los cambios experimentados en la regulación del mercado y que, en la actualidad, participa de los buenos resultados obtenidos por la industria agroalimentaria que tildó de "fundamental" para la economía española, ya que supone el 10% del Producto Interior Bruto (PIB), da soporte a más de 2,5 millones de trabajadores y exporta más de 49.000 millones de euros al año en productos. Por estos motivos, animó a los cultivadores y a la industria, a seguir trabajando como hasta ahora, sobre todo ante un "momento de cambio" con la desaparición de las cuotas de producción de azúcar, liberalización que comenzará a aplicarse el próximo mes de octubre y que, a su juicio, va a suponer "un punto de inflexión en la distribución de la producción azucarera en la Unión Europea".

Del mismo modo resaltó que Azucarera ha conseguido erigirse como una empresa líder en el mercado de azúcar y productos derivados de la remolacha, "a lo que ha contribuido su convencimiento de que sin agricultores no hay industria alimentaria". Por estos motivos, anunció que tanto el Ministerio como la Junta apoyarán al sector a la hora de afrontar los nuevos retos de futuro y, para conseguir este objetivo, cuenta con ayudas acopladas al cultivo, la contribución de la Oficina Española de Variedades Vegetales, la racionalización de la fertilización nitrogenada mineral en el cultivo, el incremento de la eficiencia energética en su transporte o las inversiones en modernización de regadíos.

En la misma línea, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera reafirmó el compromiso de la Administración regional con el sector remolachero, que se ha consolidado como un motor de desarrollo económico y social. En este punto, precisó que, en la actualidad, al cultivo de remolacha se destinan 26.000 hectáreas de 3.600 agricultores y que, en la región, se mantienen cuatro plantas de producción que generan 1.300 empleos directos y otros 1.000 indirectos. Asimismo, remarcó que este sector genera un valor de 350 millones de euros anuales gracias a que Castilla y León es la mayor productora de remolacha de España y a que concentra el 85% de la cuota nacional de azúcar. Para Herrera la próxima liberalización del sector supone una "oportunidad para crecer", razonamiento basado en el que el consumo nacional de azúcar ronda 1,3 millones de toneladas al año y la cuota asignada hasta ahora era de 498.000 toneladas.

Para Herrera este desequilibrio entre demanda y producción, permitirá aumentar tanto la superficie de cultivo como la molturación de las fábricas y respetar "una cultura de consumo responsable y prudente, siempre preferible al establecimiento de impuestos o penalizaciones". De hecho, remarcó que, en el primer año de cultivo sin cuotas, en Castilla y León se ha incrementado en un 14% la superficie destinada a la siembra de remolacha. Para apoyar a los cultivadores y la industria anunció la próxima creación en octubre de una Plataforma Productiva del Sector Remolachero que, entre otros objetivos, intentará conseguir una reducción de los costes de producción, especialmente los relacionados con el riego o de fórmulas alterativas de energía, además de respaldar el uso de toda la capacidad productiva de las industrias con el ahorro de costes, la diversificación de productos y la optimización de los procesos de transformación.