Los toresanos despidieron ayer las ferias de San Agustín tras once intensos días de fiesta que han reunido en la ciudad a miles de personas que han podido disfrutar de una amplia variedad de actividades para todos los gustos, aunque también la celebración ha estado marcada por algún que otro incidente como la espectacular caída del diestro David de Miranda en la plaza de toros. En la última jornada festiva, la Banda de Música La Lira fue la encargada de despertar con su música a los toresanos con la tradicional "Diana floreada". Tras recorrer las calles de la ciudad, los músicos se reencontraron con las autoridades locales y con las reinas de las fiestas y sus cortes de honor en el Ayuntamiento para marcar el ritmo del desfile de la comitiva hasta la iglesia de San Julián de los Caballeros donde se celebró, ante la imagen de San Agustín colocada en el altar mayor, la misa de fiesta.

Numerosos toresanos, vecinos de Tagarabuena y de otros municipios del alfoz asistieron a la eucaristía, concelebrada por varios sacerdotes del Arciprestazgo de Toro y la Guareña y otros nacidos en la ciudad y en la que el párroco Roberto Castaño recordó, durante su homilía, que San Agustín "fue y es un grande de la historia de la Iglesia y de la historia en general, porque fue un gran pensador, un creyente profundo y un hombre que fue capaz de vivir para el amor". A renglón seguido, el párroco invitó a todos los asistentes a la misa de fiesta a reflexionar, a partir de una frase recogida en uno de los escritos de San Agustín: "nos hiciste para ti Señor y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti". Una vez concluida la eucaristía, la comitiva regresó al Ayuntamiento, acompañada por la Banda de Música La Lira, desfile que arrancó los aplausos de los numerosos toresanos congregados en la Plaza Mayor para disfrutar del tradicional vermú de fiesta, en compañía de familiares y amigos. En la última jornada festiva, los toresanos también pudieron disfrutar, en dos funciones, del espectáculo "Yo no soy Julio Iglesias y lo sabes", ofrecido por el actor Jesús Cisneros y el pianista Raúl Fuentes Miyar en el Teatro Latorre y de un espectáculo de fuegos artificiales. Por otra parte, el diestro David de Miranda, que sufrió una espectacular caída en la corrida de toros de las fiestas, permanece ingresado en un hospital de Salamanca, al que fue trasladado en la noche del pasado domingo desde el complejo asistencial de Zamora. Como consecuencia de la caída que se produjo en la lidia del sexto toro de la tarde, el diestro onubense se fracturó tres vértebras y el equipo de médicos del servicio de neurocirugía del hospital salmantino en el que fue ingresado decidirá, en las próximas horas, si es preciso que De Miranda tenga que ser intervenido en el quirófano por la lesión vertebral que padece. No obstante, fuentes próximas al torero, apuntaron ayer que está consciente y que no ha perdido ni movilidad ni sensibilidad en su cuerpo, aunque, en principio, la recuperación será lenta.