Fiel a su filosofía de salvaguardar y poner en valor el patrimonio toresano, la Fundación González Allende sufraga una nueva campaña de verano de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid que, este año, se centra en la recuperación del alfarje de una de las salas del palacio de los Marqueses de Castrillo que, en la actualidad, alberga el servicio de Casa de Cultura y que fue repintado en una intervención anterior. El profesor del centro madrileño, Iván López, coordina esta nueva campaña de verano en Toro en la que participan once alumnos que, este mes, pondrán en práctica los conocimientos aprendidos y trabajarán en la restauración de una obra de gran belleza que, en breve, podrán admirar los toresanos.

El presidente de la Fundación González Allende, José Navarro Talegón, destaca en una memoria histórica sobre esta intervención que el espacio en el que trabajan los alumnos guarnece la sala superior de la torre septentrional del palacio y se trata de un techo plano, holladero, constituido por vigas escuadradas de cuarta de vara, apeadas sobre las correspondiente soleras y nudillos y entabladas a cinta y saetino.

Toda la madera del techo plano es de pino y ni los nudillos ni las soleras que conforman su estribado eran visibles por haber invadido sus campos con "enlucidos improcedentes", velando los esmerados estucos precedentes en el curso de unas obras patrocinadas por el Ministerio de Cultura, para adaptar el edificio a Casa de Cultura. Además, Navarro Talegón, destaca en esta memoria que "otra fechoría financiada a la par con fondos públicos" consistió en fumigar con xiladecor de color nogal oscuro el alfarje y otros techos, al parecer, con el doble propósito de combatir a los xilófagos y subsanar las manchas de humedad y otras adherencias, mediante el oscurecimiento global de las maderas. Por estas actuaciones, las pinturas góticas del alfarje que será restaurado "pasan hoy casi desapercibidas".

Los flancos de la viguería recibieron, según Navarro Talegón, una decoración simple, a base de ondas bicromas, aunque sus papos van perfilados por cintas que se cruzan conformando círculos y óvalos muy alargados, repletos de rosetas y variedad de preciosas cardinas, con tallos entorchados, hojas de puntas rizadas, algunas frutas y exquisitas labores de blonda. Además, en las tabicas se conservan piezas heráldicas con las armas de Merlo y Guevara, familia a la que perteneció el palacio. Los trabajos que ejecutan los alumnos de la Escuela ayudarán también a precisar las técnicas de preparación y ejecución de "tan respetable legado pictórico" y a confirmar, como apunta Navarro Talegón, que su autor pudo ser Jacome Fernández Calero. Por su parte, el profesor que coordina la campaña de verano destacó que el principal problema que presentaba el alfarje era la suciedad acumulada, al margen de que había sido repintado con un tinte de color marrón oscuro para "que quedara como el resto de las cubiertas del edificio". No obstante, López precisó que debajo de ese tinte se conserva la policromía original que será recuperada en esta intervención y que fue realizada al temple utilizando colores muy vivos, porque estaba pensada para ser apreciada con poca luz. El primer paso de la intervención ha sido retirar la suciedad acumulada, aunque también se ha vaciado la parte superior de la cubierta en la que se acumulaban gran cantidad de escombros provocando un sobrepeso en la estructura de madera y que por las juntas se filtrara suciedad, polvo y humedad.

En una fase posterior, se han realizado pruebas de salubridad para comprobar qué disolvente era el más adecuado para eliminar el repinte de color marrón oscuro, pero sin afectar a la policromía original. Los alumnos ya han eliminado la mayor parte de ese repinte, salvo un "pequeño testigo" y, en una siguiente fase se determinará qué solución se aplica en la presentación de la obra porque "presenta muchas faltas", aunque se podrán cubrir porque los motivos decorativos son "elementos seriados y repetitivos".

Para conseguir este objetivo, los alumnos han extraído unas plantillas que copiarán en aquellos lugares en los que se ha perdido la policromía y a seis vigas de madera que serán repuestas y que habían desaparecido, porque en esa zona se encontraba la escalera que conducía a la torre del palacio. Por otra parte, López resaltó la calidad de la obra que será restaurada, sobre todo por la belleza de los dibujos originales aunque, para apreciar su valor, es preciso "leerla en su conjunto".