Un incendio destruyó en 1940 la cubierta de la iglesia de San Juan Bautista de Pozoantiguo y, aunque se reconstruyó en 1951 por encargo de la familia Ulloa, la solución adoptada no fue la más apropiada ocasionando, con el paso del tiempo, diversos problemas estructurales en el templo que, en breve, serán subsanados. La Comisión Territorial de Patrimonio ha aprobado recientemente el proyecto básico y de ejecución de la reforma de la cubierta de la iglesia, promovido por el Obispado de Zamora que, junto a la parroquia, sufragará el coste de las obras. El párroco, Bernardo Medina Garduño, explicó que el proyecto básico y de ejecución contempla diversas actuaciones en la iglesia, aunque la más importante se centrará en renovar la cubierta que presenta un notable deterioro y que "se está abriendo", lo que entraña un serio riesgo de hundimiento, por lo que también será necesario "atar los muros".

El origen de este deterioro fue un incendio que, en 1940, asoló la techumbre del templo y parte de las imágenes y ornamentos para las celebraciones litúrgicas, así como el pendón parroquial que albergaba en su interior, quedando solamente en pie los muros de cerramiento de la iglesia. Destacó el párroco que "nos preocupaba mucho el estado de la iglesia porque se estaba agrietando", como consecuencia de que por el incendio se perdió el zuncho perimetral que "era el arrocabe que ataba los muros". En la posterior reconstrucción de la iglesia, según apuntó Medina, se colocó otro tipo de armadura con pendolones, pero sin zunchas en las paredes, que "no está cumpliendo la función que tuvo la armadura antigua, ya que está desarmada".

Los problemas detectados en el templo serán subsanados con el proyecto promovido por el Obispado y que se centrará en la adecuación de una nueva cubierta en la iglesia de San Juan Bautista de Pozoantiguo, construida en el siglo XVI, aunque la cabecera data del siglo XVIII, y en la que los mayores problemas se han detectado en la zona "que perdió el artesonado en el incendio", apuntó Medina.