El Consejo Regulador ha celebrado en los dos últimos días la primera misión inversa organizada con fondos propios, en la que han participado importadores y periodistas suizos interesados en conocer las características y singularidades de la Denominación de Origen Toro, sus viñedos, sus bodegas y sus vinos. Los participantes en esta iniciativa tuvieron la oportunidad de catar ayer los vinos que elaboran 16 bodegas amparadas por el sello de calidad toresano, durante un showroom celebrado en el hotel Juan II de la ciudad, y que sirvió para establecer contactos comerciales con los importadores interesados en distribuir vinos de Toro en el mercado suizo.

El presidente del Consejo Regulador, Felipe Nalda, realizó una valoración positiva de esta misión inversa que, como precisó, es la primera que sufraga la entidad con fondos propios, ya que las celebradas hasta la fecha habían sido organizadas por el ICEX o la Cámara de Comercio. De esta manera, el órgano vinícola toresano ha cambiado su estrategia de promoción, ya que en lugar de que las bodegas asistan a eventos que se celebran en distintos países para establecer contactos comerciales con distribuidores, sufragará las visitas que grupos de profesionales internacionales realizarán a Toro.

De hecho, como precisó Nalda, el Consejo Regulador trabaja ya en la organización de otras misiones inversas con profesionales de otros países como Japón o Estados Unidos. Una vez celebradas estas iniciativas, el Consejo Regulador y las bodegas de la Denominación de Origen Toro valorarán los resultados para, el próximo año, sustituir los viajes que realizaban los bodegueros, de la mano de la entidad a eventos y encuentros internacionales, por nuevas misiones inversas, tanto en países de la Unión Europea como en otros mercados. No obstante, el presidente del Consejo Regulador reconoció que, al margen de estas iniciativas dirigidas a profesionales de diferentes países, también está previsto organizar "alguna incursión" en el mercado nacional para promocionar y tratar de incrementar las ventas de los vinos de Toro en "grandes capitales".

Por otra parte, Nalda precisó que, para la primera misión inversión sufragada con fondos del Consejo Regulador se eligió Suiza porque es un país que "tiene una gran tradición de importar vino de Toro" y, de hecho, muchas bodegas acogidas a la Denominación de Origen cuentan desde hace tiempo con un distribuidor en este país. Por este motivo, en el showroon celebrado ayer en Toro tan solo participaron 16 de las 61 bodegas amparadas por el sello de calidad toresano, aunque el presidente del Consejo Regulador confía en que, en próximas iniciativas promocionales, se impliquen más industrias interesadas en comercializar sus vinos en otros mercados internacionales.

Durante su estancia en Toro, los distribuidores suizos y un periodista de la revista "Weinheiten" han podido descubrir algunas parcelas cultivadas con viñedos antiguos, además de admirar el patrimonio histórico artístico de la ciudad de Toro o la bodega del Consejo Regulador. En esta misión inversa, los participantes también pudieron probar muestras de vinos elaborados hace más de 15 años en la Denominación de Origen y que el Consejo Regulador guarda en su bodega.

Recientemente, la Denominación de Origen Toro ha recibido también la visita de una delegación de importadores y periodistas suecos que visitaron los antiguos viñedos de diversos parajes o la bodega histórica del Consejo regulador, además de probar vinos de la zona. Del mismo modo, el órgano vinícola ha recibido hace pocos días a los catadores internacionales del jurado del Concurso Mundial de Bruselas celebrado este año en Valladolid y en el que los vinos de Toro han sido distinguidos con un total de 26 medallas.