La ciudad de Toro se convirtió durante el día de ayer en la sede del XXI encuentro nacional de antiguos alumnas del colegio Amor de Dios. A la reunión anual del centro de educación religiosa acudieron 112 antiguas estudiantes de todos los puntos del país: Bullas (Murcia), Madridejos (Toledo), Madrid, Salamanca, Arévalo (Ávila), Oviedo, Vigo, Verín (Orense), Zamora y, por supuesto, Toro.

La jornada, que prometía ser apasionante, comenzó desde las nueve de la mañana con un recibimiento y desayuno en el centro situado en la calle Santo Domingo. Tras las correspondientes presentaciones y reencuentros la mañana continuó con la presentación del Proyecto ONG "Apusera" en el salón de actor del Amor de Dios, que este año centrará sus esfuerzos en Angola.

La finalidad de estas reuniones, amén de pasar un gran día, es impulsar la asociación "Apusera" a través de los donativos de las exalumnas. La organización caritativa actúa allí donde haya un centro vinculado a la congregación Amor de Dios: ya sea un colegio, una residencia o cualquier otra institución hermana. El pasado año la intervención se realizó en Bolivia, mientras que en el presente curso todos los recursos obtenidos a través de la beneficencia se destinarán a este país del suroeste africano.

La ONG lleva por nombre el apellido de Jerónimo Usera (más conocido como Padre Usera), quien fuera religioso y misionero español fundador de las Hermanas del Amor de Dios. La visita a Toro permitió a las antiguas estudiantes poder visitar la cripta que alberga los restos del fundador situada en la capilla del colegio toresano.

Tras la visita a la tumba del religioso la comitiva se desplazó hasta el Monasterio Sancti Spiritu, donde pudo descubrir los secretos de la edificación del siglo XIV. Tras inspeccionar el museo que alberga el convento de las Dominicas las excolegialas pudieron disfrutar de una comida en el Hotel Juan II. Durante la comida se llevó a cabo la elección de la presidencia nacional de antiguos alumnos, rito que se repite cada año durante este encuentro. La persona, o grupo, que sale elegido recibe una lámpara de aceite que simboliza la luz que guía la agrupación hasta el ejercicio siguiente.

Estas jornadas suelen ser maratonianas y este año no fue una excepción. Una vez finalizada la comida en el conocido hotel local, las exalumnas todavía tendrían cuatro actividades por delante con las que cerrar el día. La plaza de Toros sería la siguiente parada en el itinerario de la compañía, las cinco de la tarde, cuando se firman las grandes faenas, fue el horario elegido para la visita. También como mandan los cánones la visita a una bodega no podía faltar en su travesía por Toro, en este caso la bodega elegida sería la de Hermandad de Labradores.

De vuelta en el colegio, las 112 participantes de este encuentro estuvieron presentes en un concierto interpretado por alumnos y exalumnos dirigidos por Casimiro García, director de la escuela de música. El encuentro finalizó pasadas las ocho de la tarde con una merienda-cena y posterior despedida en las instalaciones del colegio concertado.