Tres funcionarias de la residencia Virgen del Canto de Toro, dependiente de la Diputación Provincial, han sido agredidas en los últimos días por internos del centro geriátrico y, en dos casos, han tenido que recibir asistencia médica por los golpes recibidos. Las dos primeras agresiones, según la información recabada por este diario, tuvieron lugar el pasado domingo y una de las trabajadoras tuvo que ser atendida en el centro de salud, mientras que el tercer incidente tuvo lugar al día siguiente y provocó que, como consecuencia del fuerte golpe recibido, la auxiliar agredida requiriera asistencia en el ambulatorio.

Estas tres últimas agresiones físicas han generado preocupación y malestar entre un grupo de trabajadores de la residencia porque, como remarcaron, ya han advertido en varias ocasiones de esta situación que, por otra parte, no es nueva, ya que en los últimos años se han registrado más incidentes similares en el centro geriátrico sin que, hasta el momento, la Diputación Provincial haya adoptado medidas. Del mismo modo, precisaron que las amenazas "son continuas" y que, el pasado domingo, "se cumplieron", provocando lesiones a las funcionarias que fueron agredidas. Por otra parte, los empleados aseguraron que los autores de estas agresiones físicas son algunos usuarios de la residencia que padecen una enfermedad mental y, aunque como matizaron, "no tenemos nada contra ellos", consideran que sería necesario adoptar medidas para evitar más incidentes. En este punto, destacaron que la Diputación Provincial es consciente de lo que está sucediendo en la residencia sin que, hasta el momento, haya tomado ninguna decisión al respecto.

Por este motivo, el grupo de trabajadores ha planteado a la administración la posibilidad de que imparta cursos de formación para que la plantilla del centro conozca "cómo debemos reaccionar ante este tipo de situaciones". Algunos trabajadores de la residencia Virgen del Canto de Toro reconocen sentir "miedo" en el desempeño de su labor y, a su juicio, sería preciso velar por su integridad física, por lo que esperan que, con urgencia, se adopten medidas. Por último, las tres funcionarias agredidas recientemente han agradecido públicamente la "ayuda" y el auxilio de sus compañeros porque, si no hubieran intervenido, las consecuencias podrían haber sido más graves.