El número de afiliados a la Seguridad Social sufre un ligerísimo repunte durante el mes de marzo con un aumento de menos de un punto respecto a febrero y se sitúa en un total de 2981 trabajadores en Toro. El crecimiento se sitúa en un 0,34% respecto a la segunda mensualidad del año y un incremento del 0,9% respecto al curso pasado. Estos datos se traducen en un aumento de 10 personas en el régimen de la Seguridad Social respecto al mes de febrero de 2017 y 26 más respecto a marzo del año 2016.

Los autónomos, de nuevo, son el sector que más crece en el municipio. Los guarismos que arroja el censo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social indican que durante la treintena de marzo se inscribieron 11 autónomos más respecto a febrero y 19 más respecto al pasado año. Por su parte, el régimen general ganó tres afiliados respecto al segundo mes del ejercicio y 13 en proporción a marzo de 2016. Por el contrario, el régimen agrario, que cuenta actualmente con 87 afiliados en la ciudad, decreció el pasado mes en cuatro afiliados respecto al mes de febrero y en tres inscritos en comparación con el curso de 2016.

La mejora es tan ínfima que apenas se puede hablar de crecimiento y sí de estancamiento. No obstante, los datos mejoran sustancialmente la pérdida de afiliados al régimen general que dejó el mes de febrero a su paso. En la segunda mensualidad del 2017 el número de inscritos decreció un 1,56%, con casi medio centenar de afiliados menos. Especialmente sangrante fue el régimen general de trabajadores, que en febrero perdió 64 inscritos, mientras que en marzo ha conseguido solamente tres nuevos afiliados en la Seguridad Social.

El descenso en el número de trabajadores inscritos en el régimen de la Seguridad Social es un problema crónico en el mercado laboral de la ciudad de Toro. Los datos de los últimos ocho años, por ejemplo, muestran una caída en los afiliados durante los tres primeros meses del año.

Es a partir de abril, o marzo si la Semana Santa coincide en este mes, cuando el número de afiliados se incrementa poco a poco hasta que llega la campaña estival, que es cuando se produce el mayor número de inscripciones en la Seguridad Social. ¿Qué significa esto? Simplemente que el trabajo en Toro es estacional; es decir, que depende mucho de las campañas turísticas asociadas al verano. Festividades como Navidad, Carnaval o Semana Santa producen ciertos picos en la contratación, pero en junio, julio, y sobre todo, agosto se concentran la subida en el número de afiliados en el municipio zamorano. Como consecuencia, el trabajo que se genera durante estos meses es de carácter temporal y una vez que acaba el verano, los nuevos trabajadores acaban sus contratos y el número de afiliados decrece a partir de octubre hasta la llegada de abril de nuevo.

Actualmente en Toro hay casi 6.000 personas en edad de trabajar (entre los 16 y los 65 años), de las cuales casi 3.000 se encuentran ocupadas. De los 2.981 afiliados al régimen de la Seguridad Social en marzo, 1893 corresponden al régimen general de trabajadores, un 0,69% más respecto al mismo mes en 2016; 961 son autónomos, un 2,02% que el curso pasado; 87 corresponden al sector agrario, un 3,33% menos que el ejercicio de 2016 y 40 son trabajadores del hogar, un 7% menos de afiliados que en marzo de 2016.