El buen tiempo ha sido un factor clave y ampliamente comentado durante la Semana Santa de Toro. Ya desde el domingo de Ramos la ciudad ha disfrutado de temperaturas más propias de la época estival que de la primavera. Durante toda la Semana de Pasión el termómetro ha marcado más de 20 grados durante las tardes en el municipio zamorano. Este contexto meteorológico ha tenido dos consecuencias constatables: la salida de todas las hermandades semanasanteras y el beneficio económico para los hosteleros y comerciantes de la urbe de la Colegiata.

El turismo es, sin duda, uno de los principales motores económicos que permiten a Toro avanzar. El pasado año, con la presencia de la exposición de Las Edades del Hombre, el número de visitantes se disparó y constantemente se hizo referencia al maravilloso año en cifras en cuanto a turismo, así como el benefició pecuniario que ello produjo.

Toro es vino, arquitectura y tradición. "Aqva" sirvió de escaparate colocando a la ciudad como sede de una de las más importantes muestras de arte sacro. Los comerciantes y hosteleros coincidían en que un impulso de tal calibre se dejaría notar en el próximo curso, aumentando los visitantes que se acercarían a la ciudad para descubrir los secretos que la antigua ciudad guarda entre sus calles. El carnaval fue una pequeña prueba, pero todos coincidían en que la Semana Santa (así como el verano) serían el verdadero termómetro que fiscalizaría los frutos obtenidos, o no, durante el pasado año con las Edades del Hombre.

La Semana Santa ha pasado, y con buena nota cabe añadir, y ahora es el momento de hacer balance de qué ha dejado a su paso tras ella. Todavía sin datos oficiales hablamos con algunos de los principales comerciantes y hosteleros de la ciudad, que nos iluminan sobre el impacto que ha tenido la pasión, muerte y resurrección de Cristo en el comercio local.

Elier Ballesteros, presidente de la CEOE de Toro, afirma que "se ha visto una gran afluencia de gente" y esto ha permitido que sea "uno de los mejores años" para el comercio. En opinión de Ballesteros los comerciantes locales necesitaban una Sema Santa así, ya que últimamente se encontraban "muy castigados". "Ojalá hubiera una Semana Santa cada mes", sentencia el presidente de la patronal de Toro.

Menos positivo se muestran en el sector hotelero. Tal y como informa Manuela Turiño, responsable del hotel Juan II, "no hemos apreciado una subida sustancial respecto a años pasados". El hotel de la ciudad ha presentado un lleno en sus habitaciones desde el miércoles al sábado; un dato positivo, pero que no difiere de cursos pretéritos.

Por su parte, donde sí han encontrado una ligera subida ha sido en las reservas de ayer, Domingo de Resurrección, aunque Turiño lo achaca a que en algunas comunidades del Estado mañana es festivo. Desde el punto de vista del hotel Juan II no se puede hablar de un incremento porcentual e insisten en que hay que intentar incentivar el Lunes y Martes Santo, ya que suelen presentar unas cifras muy pobres en cuanto a ocupación se refiere.

Los hosteleros, por su parte, siempre encuentran en la Semana de Pasión un gran beneficio. Especialmente, los establecimientos ubicados en la Plaza Mayor han disfrutado de varios días de duro trabajo. El buen tiempo y que la mayoría de procesiones de Toro pasen por esa zona tienen la culpa.

Durante estos días, en los momentos que los pasos procesionales dejaban un periodo de asueto en la zona rápidamente las terrazas se llenaban de residentes y turistas.

Pero no solo la capital del Alfoz se ha beneficiado de las procesiones, Morales de Toro, especialmente el Museo del Vino, ha obtenido los mejores resultados, en cuanto a visitas se refiere, de toda su historia. Madrid, País Vasco, Asturias y Galicia han copado las visitas a los municipios de la zona.

Volviendo a la capital de comarca, los empresarios de la hostelería hablan de bastantes visitantes de nuestra comunidad, que han aprovechado su paso por Zamora y se han acercado por Toro para conocer su Semana Santa y probar sus famosos vinos.