La cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla cerró ayer su particular previa de Semana Santa en un fin de semana lleno de actos. Durante la mañana la cofradía se congregó en el templo de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina para conmemorar el domingo de Lázaro con una eucaristía y posteriormente realizar su asamblea general ordinaria.

La jornada comenzó a las 10 de la mañana con la misa impartida por el párroco, Roberto Castaño, donde se hizo honor al apellido de este domingo y se leyó el pasaje de la resurrección de Lázaro. Aprovechó las santas escrituras para ahondar en la muerte, "siempre presente de forma inoportuna e incómoda en la vida de los hombres", recordó el clérigo. La ceremonia religiosa estuvo amenizada con las canciones del coro "La Mayor". Finalizado el culto se dio paso a la asamblea general de la cofradía, presidida por José Manuel de la Fuente.

Tras establecer la junta entrante de abades, quienes ingresarán a partir del primer domingo de mayo, la presidencia, en su documento anual, pasó a agradecer las ayudas económicas recibidas por la congregación: como las aportaciones para el arreglo del tejado y la fachada de la sede obtenidas a través de la Diputación, la asociación de las Damas de la Soledad y el conjunto de parroquias de la ciudad de Toro. En el apartado de reconocimientos hubo un hueco especial para Rufino de Córdoba, cofrade de la hermandad que donó a la congregación un Cristo crucificado elaborado por él mismo y que lleva por nombre "El Cristo de la Luz". Actualmente preside el coro de la iglesia.

Este año se ha dado "un paso más allá" en el tema de la corona para la Virgen de La Soledad. Si el curso pasado se aceptó la fabricación de este adorno, la asamblea aprobó realizar una "coronación litúrgica" a la imagen en la Colegiata de Santa María la Mayor para el próximo ejercicio en conmemoración del 60 aniversario de su creación. Respecto al itinerario que seguirá el paso: la virgen partirá de Santa Catalina hasta la Colegiata y una vez coronada, regresará a su casa con un alto para visitar y rendir homenaje a las monjas claras.

El último punto del día, y también el que mayor debate suscitó en la asamblea general ordinaria, fue la instauración de una figura de responsabilidad dentro de los cargadores que se encargue de asegurar el correcto funcionamiento de la carga de los pasos. La procesión del Viernes Santo ha sufrido un déficit en el número de cargadores durante los últimos años. Con el fin de paliar esta situación y lograr un correcto funcionamiento se ha pensado en establecer unas normas, junto a un encargado, que aseguren un mayor compromiso de los cofrades a la hora de portar las figuras.

Parece ser, que tras la reunión de ayer, la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla conseguirá solucionar esta pequeña dificultad que venía arrastrando los últimos cursos por estas fechas. El presidente de la hermandad, José Manuel de la Fuente, concretó que la finalidad de la medida es conseguir que las procesiones salgan "sin problema alguno y con la mayor dignidad posible".