Por su parte, la concejala de Obras, Ruth Martín, reveló que, en el proceso de valoración de las doce ofertas presentadas por las empresas que concurrieron al procedimiento de adjudicación, "tenía más peso la oferta económica que los criterios cuya ponderación depende de un juicio de valor". En este punto, citó algunas mejoras planteadas por las empresas que si estaban contempladas en el proyecto técnico, tales como la calidad técnica de la propuesta, el control de calidad de los productos, la racionalización o mejora del procedimiento constructivo o la ampliación de las medidas de seguridad y salud y gestión de residuos y que si han sido valoradas. Por el contrario, al no estar incluidas en el proyecto, durante el proceso de licitación, el Ayuntamiento no ha podido valorar otras mejoras adicionales, porque "el Ministerio no nos lo permitía" y si fueran ejecutadas su coste debería ser asumido por el Ayuntamiento. Además, confirmó que la subvención concedida por el Ministerio con cargo al 1,5% Cultural podría haber sido más elevada, pero desde el inicio de las conversaciones se tuvo en cuenta la aportación económica que podía asumir el Ayuntamiento. Por último, el alcalde remarcó que las dos fases que está previsto ejecutar servirán para evitar que "una crecida del Duero se lleve el puente y desaparezca debido a que la administración lo ha llevado a la desidia".