Día grande para la Policía Local de Toro. Una comitiva de agentes del cuerpo se reunió ayer, junto a familiares y amigos, en el patio del Palacio de los Condes de Requena para honrar al patrón de la institución. El evento, conocido como la fiesta del Ángel de la Guarda, comenzó con la imposición de medallas a dos agentes por los 25 años de servicios dedicados al cuerpo. El evento contó con la presencia de los representantes públicos Ángeles Medina, concejala de Economía y Hacienda, y José Luis Prieto, vicepresidente de la Diputación de Zamora.

Ramón Gómez de Córdoba y Gregorio Navarro Matilla fueron los dos agentes de la localidad zamorana que recibieron su medalla que acredita el cuarto de siglo trabajando para el cuerpo local. Previamente a la entrega de insignias, el edil de Seguridad Ciudadana, Samuel Bonis realizó un breve discurso en el que encumbró "la encomiable labor que realiza la policía tan poco reconocida". Asimismo, el concejal socialista instó a los funcionarios de la ley y el orden a "regresar al espíritu de vocación" que les llevó a hacerse policías. Por último, Bonis animó a los agentes presentes a continuar su labor dedicada a "trabajar por el pueblo".

A continuación, y tras la sesión de fotos de rigor con familiares y amigos, los agentes, vestidos de gala, disfrutaron de un aperitivo acompañado de vino de la tierra antes de acudir a la Iglesia de Santo Tomás Cantuariense, donde se celebró una misa en honor al patrón oficiada por el párroco local, Roberto Castaño. Durante el acto, y en representación al patrón del cuerpo policial, estuvieron presentes varios miembros de la cofradía del Santo Ángel de la Guarda que posteriormente, tras la eucaristía, participaron junto a los efectivos y un nutrido grupo de feligreses en una procesión por las calles de la ciudad en la que se exhibió la imagen del santo.

La normalidad del recorrido se vio alterada cuando al final del mismo la lluvia comenzó a caer en la ciudad de Toro. Finalmente, la procesión pudo finalizar, aunque con mayor celeridad de la que suele acostumbrar.