Un 15% más de turistas se acercaron al carnaval de Toro respecto al pasado año, según las estimaciones de los hosteleros de la ciudad. En términos generales ha sido una buena campaña carnavalesca para los bolsillos de los comerciantes locales, donde ha primado la alta ocupación.

Manuela Turiño, directora del hotel Juan II y vocal de la nueva Ruta del Vino de Toro, afirma que el carnaval "ha sido multitudinario", especialmente la jornada del domingo "gordo". Según las cifras que manejan en el establecimiento, auguran que el incremento está entre un "10% y un 15%" respecto a la fiesta del pasado curso. Turiño confirma que la mayor presencia de turistas no zamoranos corresponde al domingo, mientras que el lunes y martes quedan "algo descolgados del carnaval", centrándose más en la presencia de visitantes locales. Asegura que el martes ha quedado relegado para la gente de la tierra: "viene gente de la provincia puntualmente para ver el desfile y luego se van". Antiguamente, el día grande de la fiesta siempre era el martes, pero con el tiempo la jornada principal de esta tradición ha ido mutando hacía el domingo. Turiño achaca esta situación a las necesidades del calendario laboral.

Por su parte, Feliciano de la Calle, responsable del hotel María de Molina, ha visto aumentado su servicio de restaurante, pero no de ocupación. "En términos de habitaciones nos encontramos prácticamente igual que el año pasado", asegura de la Calle. En cambio, en términos de restauración el hotel ha atendido a un 15% más de público. Feliciano de la Calle hace hincapié en el descenso de turistas que sufre la ciudad a partir del domingo, convirtiéndose el martes casi en testimonial en cuanto a residentes de fuera de la provincia.

Al calendario laboral se le suma la distribución del programa carnavalesco. La principal atracción, la tradicional boda de carnaval, se sitúa en el domingo "gordo". Por tanto, no es de extrañar que Toro se abarrote durante ese día, que también es el más prolijo en espectáculos: parodias y pasacalles desde la mañana, boda tradicional, más pasacalles, murgas locales, concurso de imitación (este año aplazado por problemas técnicos) y disco móvil.

"Oasis en el desierto"

El carnaval "es una especie de oasis en el desierto", tal y como lo definen algunos empresarios dependientes del turismo, que son los primeros meses del año hasta la llegada de Semana Santa, tan relevante en la economía provincial. Una vez más, el turismo se muestra como uno de los principales motores económicos de la ciudad de Toro, tan dependiente de la llegada de visitantes para sostener su economía.

Este año, se espera que sea un antes y un después en cuanto al número de turistas que se acerquen a la ciudad zamorana. Todos los empresarios del municipio se muestran positivos y creen que la impronta de Las Edades del Hombre contribuirá a atraer más forasteros una vez que Toro se ha dado a conocer.