La bodega toresana Liberalia Enológica siempre ha sido una bodega inusual. La "culpa" de esta calificación la tiene su dueño, Juan Antonio Fernández, quien también es cuanto menos una persona peculiar. En la empresa, que se encuentra en las afueras del municipio, el arte y el vino se dan la mano en igualdad de condiciones para crear uno de los caldos más novedosos de la Tierra.

Recientemente, la bodega ha ampliado sus instalaciones con dos edificios de vital importancia para el crecimiento de la empresa familiar. Gracias a las ayudas europeas de los últimos años, Liberalia ha construido un centro polivalente que alberga oficinas y una nave de embotellado y etiquetado. Las nuevas herramientas de trabajo han posibilitado la contratación de un nuevo trabajador para completar una plantilla de 6 empleados relacionados con la sociedad toresana.

Liberalia nació en el último año del siglo XX, en el año 2000, y ha ampliado su capital inmobiliario en estos dos últimos años. Con el fin de conocer más de cerca esta productora de caldos, Juan Antonio nos invita a pasar una mañana en la bodega. Pronto, la visita se convierte en uno de esos programas como "¿Quién vive ahí?", en parte por lo peculiar del lugar y en parte por la afabilidad que derrocha Juan Antonio.

El dueño de la empresa es Ingeniero Agrónomo retirado, pero su verdadera pasión es el arte: la pintura y el violín son sus dos aficiones más destacadas. Bajo este leitmotiv, Juan Antonio ha sembrado toda la bodega con referencias culturales. El edificio polivalente, que alberga las nuevas oficinas y la tienda, da la bienvenida a los visitantes con una escultura de un pentagrama del "Otoño" de Vivaldi. La estación no ha sido escogida al azar, sino que al igual que la composición del músico veneciano pretende ser una oda a la vendimia y al dios del vino: Baco. Esta deidad de la mitología romana ha sido asociada también con Liber, dios de la fertilidad, la libertad y la vendimia; y de donde surge el nombre de Liberalia.

Actualmente, la empresa toresana produce una remesa de 300.000 botellas al año y el 75% de sus ventas se dirigen al extranjero, principalmente Alemania y Estados Unidos; aunque también están presentes en China, Singapur, Japón, Corea del Sur y Brasil. Su producto estrella es el tinto de Toro, del cual tienen variedades que van desde el joven hasta el gran reserva, pasando por el roble y el crianza. Aunque también producen Champán y comercializan verdejo de Rueda. Esta última modalidad va a ser la novedad de este año, ya que Liberalia pretende comenzar a hacer verdejo de la tierra.

Continuando con la visita, Juan Antonio nos introduce hacía los pisos inferiores del edificio polivalente. El bodeguero enhebra conceptos de enología con referencias artísticas, en este caso toca la pintura: la escalera que da pie al piso inferior tiene las paredes pintadas de azul cielo, color inspirado por el fondo de los frescos de la Capilla Sixtina realizados por Miguel Ángel.