La iglesia de San Pedro del Olmo pasará a formar parte este año de la "ruta museística" de Toro y albergará eventos culturales en el verano, después de las obras de consolidación y restauración ejecutadas por la Junta y en las que ha invertido 53.945 euros. El delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, visitó ayer la iglesia toresana para comprobar el resultado de la intervención ejecutada en los últimos meses que, como explicó, se enmarca dentro de la segunda fase del proyecto "Zamora Románica" que se desarrolla en la actualidad dentro del plan PAHIS 2020. Durante esta visita, Castro recordó que la iglesia de San Pedro del Olmo fue construida en el año 1260 y que en 1929 fue catalogada monumento artístico nacional aunque, en la actualidad, se conservan algunos restos ya que parte del templo se derrumbó porque "estaba en una situación calamitosa", a pesar de que la Junta ha acometido diversas actuaciones para frenar su deterioro. En concreto, tras evaluar el monumento y constatar que "tiene un valor y que reúne una serie de características que hay que preservar", la Junta, en colaboración con el Obispado de Zamora, ha llevado a cabo en los últimos meses una serie de actuaciones que se han centrado en la recuperación de las cubiertas, los paramentos y el solado de la nave.

En concreto, la actuación en San Pedro del Olmo, ejecutada por la empresa Rearasa, se ha centrado en consolidar el inmueble para frenar el progresivo deterioro que afectaba a diferentes partes. Así, en el ábside se ha procedido a sanear su fábrica cerámica y pétrea, mediante la eliminación de los rejuntados que se encontraban sueltos o en mal estado y su posterior reposición con aplicación de mortero de cal apagada. Además, las marcas históricas existentes en la cabecera se han remarcado mediante rehundidos con mortero de cal y sílice y se han repuesto piezas de fábrica de ladrillo en los paramentos.

Del mismo modo, se ha retejado la totalidad del ábside y husillo que presentaban gran cantidad de piezas movidas y partidas, por las que se filtraba el agua al interior que podía dañar las pinturas murales que representan a Cristo y a los Apóstoles, aunque también se ha eliminado la suciedad y la vegetación acumulada en la cubierta y se ha retirado un nido de cigüeña. En los muros de la cabecera, que también presentaban problemas de humedad se ha implantado un sistema de gaviones, que permitirá evacuar el agua a canaletas inferiores de hormigón y conectadas a la red general de saneamiento. Otra de las intervenciones realizadas en el templo se ha centrado en levantar las baldosas del pavimento para su posterior recolocación, lo que ha permitido renovar el solado de la nave. Por su parte el párroco local, Roberto Castaño, reconoció que la iglesia se había convertido en "un almacén improvisado de piedras y de otros materiales" y que la intervención ejecutada por la Junta ha permitido consolidar el edificio.

Una vez recuperado el templo, como anunció el párroco, "tenemos la intención de poderlo mostrar dentro de la ruta museística que se ofrece en la ciudad", aunque también será utilizado, tal y como se ha concretado en contactos previos con el Ayuntamiento, para albergar eventos culturales durante el verano. De otro lado, Castaño recordó que uno de los objetivos de las parroquias es "poner en valor" todo el patrimonio que, a lo largo de los siglos, la Iglesia ha atesorado en Toro con un objetivo evangelizador, pero también como "un lugar de servicio a la sociedad y a la cultura".

En este punto, remarcó que el patrimonio es un atractivo turístico que "potencia la economía y hace que se reactive la ciudad" y anunció que, en marzo, se firmará un nuevo convenio entre el Obispado de Zamora, la Diputación y el Ayuntamiento para la apertura de monumentos al turismo. Por último, anunció que las parroquias trabajan en otros proyectos como hacer visitable la torre de La Colegiata y la remodelación del espacio museístico del Santo Sepulcro, iniciativas que se pondrán en marcha tras recabar el permiso de la Comisión Territorial de Patrimonio.