El joven Roberto García Tejeda una vez que acaba el Bachillerato en Zamora tiene claro que quiere abrir su futuro y los horizontes como cocinero.

- ¿Qué ocurre a partir de entonces?

-A mí la cocina me ha llamado desde joven, siempre tuve claro que me quería dedicar a esta profesión. En el año 2006 me voy a Zamora a estudiar restauración y paso por hasta 4 restaurantes durante dos años. Una vez que acabo el Grado Superior en restauración decido continuar mi formación: estudio pastelería en León y me especializo en paradores, un poco mi idea de futuro en aquel momento. Posteriormente, desde el 2010 hasta el 2013 trabajo en un parador de Granado durante el primer año y dos años en el parador de Zamora. No obstante, llegan los reajustes en las administraciones y también afectan a los paradores, por lo que en el 2013 dejo de trabajar en Zamora y me desplazo a Madrid por recomendación de unos amigos que ya vivían allí.

-¿Cómo es el cambio de Toro a Madrid?

-Es un cambio bastante radical, es una ciudad con tres millones de habitantes y para cualquier cosa te tienes que desplazar bastante. A pesar de ello me adapté rápido, en gran parte por el apoyo que siempre he tenido de mi familia y llegue a ser jefe de cocina con bastante celeridad en alguno de los restaurantes en los que trabajé.

-¿Cuándo decide que es hora de montar algo por su cuenta?

-Este año en verano considero que ya estoy preparado para avanzar y comienzo a buscar local, quizás de las peores cosas de montar un restaurante. Al intentar conseguir un local céntrico fue toda una locura, porque en Madrid hay una gran demanda de establecimientos para comercios. Al final en agosto di con uno que me gustó y en octubre abrimos. Tenía claro que quería un local céntrico hasta que dimos con este local, y lo cogimos en agosto y lo abrimos en octubre.

-¿Cómo definiría el restaurante?

Es un local gastronómico cuya definición es la cocina de mercado. Esto significa que somos un local que toca muchos palos. Trabajamos los diferentes puntos del día para ofrecer una variedad que satisfaga a todos los públicos y a todos los momentos del día. Desde el café de la mañana, hasta las copas pasada la medianoche, pasando por cenas familiares y cumpleaños.

-¿Se puede trabajar con precios económicos en Madrid?

Nosotros lo intentamos al menos. Para ello en lugar de ser el típico restaurante de primero, segundo y postre recomendamos "todo al centro" y que la gente picotee junto con un buen vino. Aunque claro, todo depende del vino que pidas.

-¿Cómo marcha el negocio?

-Creo que hemos pasado lo peor, la apertura y los primeros meses donde te comen los gastos. Ahora con la campaña de Navidades somos positivos y si logramos aguantar el bajón que se produce desde reyes hasta la primavera todo irá hacia arriba. Lo importante es que ya somos bastante populares en el barrio.

-¿Qué es lo que más echa de menos de Toro?

-La tranquilidad que me da ir allí. A ver cuando saco tiempo para irme de visita, de momento imposible.

-Un deseo para el año nuevo

-Que el país mejore y se nos permita a los jóvenes propiciar el cambio en este país necesita para que todos podamos progresar.