La Fundación Las Edades del Hombre inició ayer el desmontaje de la exposición Aqva que, durante casi siete meses, se ha celebrado en la ciudad de Toro y que fue clausurada oficialmente el pasado lunes en un sencillo acto celebrado en la Colegiata. Operarios de la entidad se desplazaron ayer hasta las dos sedes que han albergado la magna exposición, la Colegiata y la iglesia del Santo Sepulcro para, en primer lugar, proceder al desmontaje de los hitos que, durante meses, han simbolizado la celebración de Aqva en Toro, aunque también se ha retirado ya la señalización disgregada por diferentes calles para orientar a los turistas.

En próximos días se procederá al traslado de las piezas cedidas para Aqva por instituciones o particulares que serán devueltas a sus lugares de origen, tras ser admiradas por más de 241.000 personas.

En principio está previsto que los trabajos de desmontaje de la exposición se prolonguen más de un mes, actuaciones que se solaparán con la preparación de la nueva exposición de Las Edades del Hombre que, el próximo año, se celebrará en la localidad segoviana de Cuéllar a la que Toro ha pasado el testigo de este evento cultural.

En el día después de la clausura de la muestra, las calles de la ciudad presentaban un aspecto muy diferente al de los últimos meses, en los que los toresanos han convivido con los miles de visitantes que se han acercado a la ciudad para descubrir Aqva y el resto de atractivos turísticos de Toro. Además, muchos negocios dedicados a la hostelería colgaron ayer el cartel de cerrado por vacaciones para disfrutar de un esperado descanso, después de intensas jornadas de trabajo.

Del mismo modo, la plaza de San Agustín en la que se localiza el Alcázar que, en los últimos meses ha funcionado como centro de recepción de visitantes, así como las diferentes zonas habilitadas en la ciudad por el Ayuntamiento como aparcamientos permanecían ayer vacías, ante la ausencia de excursiones y viajes organizados para visitar la magna exposición. A partir de ahora, será necesario esperar unos meses para conocer si la exposición Las Edades del Hombre deja una huella permanente en la ciudad y si las diferentes instituciones son capaces de conseguir que el positivo impacto de Aqva en Toro y en la provincia de Zamora no sea efímero.