La exposición Aqva de Las Edades del Hombre marcará un antes y después para la ciudad de Toro y para uno de sus compositores musicales más reconocidos, David Rivas. La muestra ha supuesto un escaparate perfecto para divulgar su música, que acompasa el recorrido de los visitantes por las dos sedes de Aqva, la Colegiata y la iglesia del Santo Sepulcro. Además de componer el hilo musical de la exposición, Rivas también es el autor de la obra musical conmemorativa de Aqva que, hace meses le encargó la Fundación Las Edades del Hombre y que será estrenada el sábado durante un concierto en el que actuará la Banda de Música La Lira. Este concierto se celebrará el sábado, a las 20.30 horas, en la iglesia de Santo Tomás Cantuariense y los músicos de La Lira interpretarán por primera vez la obra que Rivas ha compuesto con motivo de la celebración en la ciudad de Las Edades del Hombre y que contribuirá a dejar una huella permanente de la exposición. A este concierto asistirán autoridades religiosas y políticas, así como todos aquellos ciudadanos que quieran ser partícipes de este momento histórico.

El programa previsto se compone de una introducción musical en la que La Lira, dirigida por Casimiro García Llamas, interpretará temas seleccionados por la Banda de Música y el compositor toresano, un breve acto institucional y la interpretación de la pieza conmemorativa de Aqva. La suite compuesta por Rivas, "Las Edades del Hombre" (Aetate hominis), se divide en ocho episodios. El primero lleva por título "In principio erat verbum", es una clara referencia a la palabra de Dios y "un movimiento solemne, con alusiones al canto gregoriano y con una atmósfera de misterio. "Et quod caro factum est" es el segundo movimiento, supone una continuación de la palabra de Dios y el eje central es "un tema más humano y menos espiritual".

El tercer movimiento "In terrenum autem infirma" podría traducirse como "lo terrenal es débil" y, a través de una danza, Rivas alude a la debilidad del hombre y a lo fácil que es sucumbir ante la tentación. "De animis sinceris" es el título del cuarto episodio, representa un guiño a "lo elevado del espíritu" y, para conseguirlo, Rivas ha recurrido a un tema delicado, muy expresivo y carente de una gran orquestación. Lo material y lo terrenal son efímeros y, al inexorable paso del tiempo alude el compositor toresano en el quinto movimiento, "Est levis terra", a través de un lento sentimental en el que el oboe presentará el tema lleno de profundidad. En la sexta sección, "Animus inconstans", Rivas plantea las dudas ante la religión y ante Dios y lo inestable del pensamiento del hombre.

Una danza final introduce el séptimo episodio, "Irrationales omnes" y pretende transmitir la dicotomía entre lo espiritual y lo irracional. El último movimiento, "In fine erit aeternitas" es un canto de redención y resurrección y simboliza el triunfo de Dios ante los hombres. El concierto programado para el sábado, en el que será estrenada esta obra conmemorativa de Rivas, será la antesala del acto oficial de clausura de la exposición Las Edades del Hombre que tendrá lugar el lunes.