La fábrica de Toro ha recepcionado 140.000 toneladas de remolacha desde el inicio de campaña con una riqueza que se sitúa en torno a los 17,4 grados de media

La temporada de recepción de la remolacha está desarrollándose con normalidad a pesar de que la decisión tomada por los agricultores de posponer el arranque de la raíz para que la planta aumente en calidad y peso. Una situación que no está influyendo en la cantidad diaria que precisa la fábrica de Toro y que se sitúa en torno a las 8.000 toneladas. Además, dicha actuación está permitiendo también que no se produzcan montones de remolacha arranca en los terrenos que aglutina la industria toresana.

El responsable del sector remolachero de la Alianza Upa-Coag, Fernando García, destaca que "al haber llovido en las últimas fechas y la climatología actual está siendo beneficiosa para que la planta coja kilos y aumente la riqueza. Por ello, los agricultores no han optado por arrancar la raíz ya que el desarrollo de la campaña está siendo tranquilo y no se precisa de la realización de un gasto económico adicional. Esta situación no es mala ni para el cultivador ni para la fábrica ya que cuantos más kilos coja la planta permitirá extraer más azúcar en una temporada donde hay menos hectáreas aunque, en principio, no habrá problemas de abastecimiento de la industria".

En cuanto a la campaña actual de recepción de remolacha, la fábrica Toro ha recibido actualmente alrededor de 140 millones de kilos de gran riqueza media y con un descuento que oscila entre el 8,5 y el 9%.

En esta campaña, el estado sanitario de la planta está siendo bueno a pesar de la aparición de rizomanía en algunos terrenos donde la planta en principio "no mejorará". En cuanto a la cercospora, que incide habitualmente en estas fechas, "no se aprecia que este atacando con fuerza en las cosechas tempranas aunque en las tardías es probable que entre con mayor facilidad" cómo valora Fernando García.

Una temporada donde tanto en las parcelas que se sembraron más tarde como en los terrenos más arcillosos "están sanas", como explica Fernando García, "aunque lógicamente se arrancará más tarde la planta. Se prevé que se extraiga una producción bastante aceptable a pesar de que se haya sembrado en un periodo más tardío".

Esta temporada, la industria toresana y los cultivadores llegaron a un acuerdo para el pago del transporte de la remolacha por cuenta propia que se estableció en la media ponderada de las ofertas realizadas por los transportistas a la industria como establece el acuerdo marco. Un precio, que como asegura Fernando García, "se está pagando ya en estos momentos según lo acordado".

Por otra parte, este año será el último en el sector remolachero que contará con cuotas. En este sentido, como afirma Fernando García, "en principio tenemos establecido un acuerdo de precio con la industria hasta 2020. Por lo tanto, el cultivador de las fábricas de la zona norte y de Acor tiene un acuerdo que se sitúa entre los 40 y 42 euros por tonelada y, en principio, no habrá problema. Lo que sí que es cierto es que las industrias nacionales deberán mejorar la tecnología para competir con las europeas".

Un aumento de la competitividad que, como valora García, "el problema puede estar en un posible comportamiento agresivo en los mercados que derive en una bajada del precio del azúcar". Una disputa por copar el mercado donde una posible actuación a tomar podría ser, cómo afirma el responsable remolachero de la Alianza Upa-Coag, "hacer campañas más largas, abriendo más tarde, lo que nos permitiría producir más y competir con los países nórdicos que no pueden aprovechar el otoño, por las bajas temperaturas, como si ocurre en la zona del norte de España".