José Antonio Sainz Alfaro asumió en 1987 la dirección del Orfeón Donostiarra, formación coral que mañana sábado, a partir de las 20.00 horas, ofrecerá uno de los conciertos más esperados del año. Este recital forma parte de la programación cultural organizada por el Ayuntamiento con motivo de la celebración en Toro de la exposición Las Edades del Hombre y cuenta con el patrocinio de la Fundación Villalar. El público podrá disfrutar durante este recital, que se celebrará en la iglesia del Amor de Dios de Toro, de la interpretación del Réquiem de Brahms.

-¿Qué puede avanzar del concierto que mañana sábado El Orfeón Donostiarra ofrecerá en Toro?

-Vamos a cantar el Réquiem de Brahms que es una de las obras corales más complicadas del repertorio sinfónico. Aunque en esta ocasión no lo hacemos con orquesta, el propio Brahms hizo una versión para piano a cuatro manos que es la que vamos a interpretar con dos solistas, Luis Santana, barítono zamorano, y la soprano Cecilia Lavilla, hija de Teresa Berganza, una de nuestras mezzosopranos más conocidas y más aplaudidas.

-¿Por qué han elegido el Réquiem de Brahms para el concierto de Toro?

-Normalmente cuando contratan al Orfeón Donostiarra le piden retos importantes. Dentro de la variedad de obras que tenemos, primero vemos si el concierto se celebra en una iglesia o en un auditorio. Como en este caso es en una iglesia, intentamos ofrecer algo de lo que es nuestra especialidad, que es el repertorio sinfónico con coral. Además, como no hemos ido nunca por tierras toresanas, vamos a ofrecer una de las obras complicadas por las exigencias corales que tiene.

-Aunque el Orfeón Donostiarra nunca ha actuado en Toro, si ha trabajado con uno de sus ciudadanos más ilustres, el director de Orquesta Jesús López Cobos, ¿cómo surgió esta colaboración?

-Hemos trabajado muchas veces con Jesús López Cobos, pero nunca en Zamora o en Toro. Trabajamos con él cuando fue director de la Orquesta Nacional de España o cuando dirigió la Orquesta Sinfónica de Cincinnati. El hecho de que no hayamos estado por tierras toresanas no tiene nada que ver con nosotros.

-¿Conoce la gran afición musical que existe en Toro, gracias en parte a Jesús López Cobos?

-No la conozco aunque sé que Jesús nació en Toro. Cuando hay alguien de la localidad que despunta en algo, todo el mundo se mimetiza más con su trabajo y su afición, en este caso la música.

-¿Cuál es el secreto del Orfeón Donostiarra para mantenerse tantos años como una de las formaciones corales más importantes y reconocidas de España?

-Sin duda, el secreto es el trabajo, no hay ningún misterio. Además el Orfeón Donostiarra tiene una cosa muy buena que es la constante renovación, porque trabajamos mucho con los integrantes desde que son niños. La única manera de tener un coro aficionado con grandes prestaciones es trabajando mucho la cantera y durante muchos años. En el Orfeón Donostiarra convive gente que lleva 50 años cantando y gente que lleva tres meses, por lo que se va traspasando esa experiencia y, a base de mucho trabajo, vamos consiguiendo los resultados.

-¿Qué cualidades se exigen a las personas que quieren entrar a formar parte del Orfeón Donostiarra?

-En principio, no somos muy exigentes. Tienen que pasar una prueba para comprobar que tienen oído y, normalmente, no llegan preparados. Por eso se les dedica un tiempo de entrenamiento vocal, de vocalizaciones y trabajo y cuando se ve que están a punto se integran en el coro, pero las exigencias no son grandes.

-¿Cuál es el método de trabajo de la agrupación que dirige?

-Ensayamos tres veces a la semana aunque el Orfeón Donostiarra es un coro que tiene un trabajo constante. En cuanto al método, cada maestrillo tiene su librillo y están muy acostumbrados a todo tipo de directores y de maestros. El Orfeón Donostiarra es una máquina que está muy engrasada desde hace ya tres siglos.

-¿Qué ha aportado usted al Orfeón Donostiarra como director?

-Creo que continuidad. Los maestros anteriores y mi antecesor dejaron todo muy bien atado. El hecho de haber sido cantor y conocer un poco la casa por dentro y como funcionaba me ha ayudado en este trabajo, lo demás es un lenguaje para el que tienes que estar dotado. Ha habido suerte y en esa línea sigo haciendo mi trabajo desde hace casi 30 años.

-Por el tipo de música que interpreta la formación que dirige, ¿es difícil llegar al público más joven?

-Normalmente cuando nos movemos por auditorios o teatros en actuaciones de temporada, el público suele ser más bien mayor. Somos muy diversos, tenemos muchos tipos de actuaciones y la verdad es que cuando el público joven nos oye, le llega mucho y le gusta mucho. Hay un poco de desconocimiento porque es un tipo de música que no está tan presente como otras músicas modernas. Con una buena política de acercamiento variaría la cosa y aumentarían los públicos. Ahí tienen un reto por delante los programadores y, en definitiva, los que tienen la capacidad de decisión de hacer conciertos. Nosotros somos intérpretes, ofrecemos conciertos y los que contratan son los que pueden lograr nuevos públicos y aumentar el público.

-La música y, en general la Cultura, no atraviesan por su mejor momento, entre otras cosas, por el IVA Cultural o la piratería, ¿cree que es necesario adoptar medidas para revertir esta situación?

-En cuanto a la piratería, venimos de un mundo musical en el que no hay tanta, no hay tanto derecho de autor. En cuanto al 21% del IVA Cultural, obviamente. Se trata de que la gente pueda pagar su entrada y si ya lleva un recargo del 21%, no se entiende muy bien. ¿A qué estamos jugando?, preguntaría a quién toma ese tipo de decisiones. Está más que demostrado que la Cultura es uno de los ingredientes esenciales en la vida del ser humano. Al parecer, solamente nos fijamos en la época cuantitativa, en la que hay que producir, y no nos fijamos en la época que puede llegar a ser la peor cuando estamos jubilados o cuando hemos terminado nuestros trabajos y nos dedicamos al ocio, que es donde entra la parte cultural que es la que el ser humano va a necesitar más. Pues nada, no hay manera, todo tiene que ser cuantitativo, y en este aspecto, es un poco escandaloso que se mantenga el 21%.